El primero de enero de 1884, a la edad de 127 años, murió en Buenos Aires la criada africana María Haedo. Fue enterrada en el cementerio de La Chacarita. La causa de su muerte, según los registros del cementerio: senectud.
María Haedo había nacido en 1756. Debió ser arrancada de su tierra siendo muy joven y a Buenos Aires habría llegado cerca de 1770, para transformarse en criada de la familia Haedo. Por la fuerza desembarcó en una Buenos Aires de carretas, tierra, mugre y contrabando. María conoció a los Gobernadores que enviaba España, a los Virreyes, a Beresford y los ingleses. Vio cambiar todo: la fisonomía de la ciudad, las costumbres, las modas. Las calles habían sido lodazales y ya estaban empedradas. Donde habían estado las casonas ahora había conventillos. Donde había habido ranchitos ahora se hacían palacios. En los matorrales y pantanos de las afueras, surgieron grandes barrios. Los senderos por los que caminó se convirtieron en avenidas. Por donde solo pasaban los bueyes, ahora corría el tren.
La negra María, criada de la familia Haedo, vio pasar gobiernos desde la Primera Junta hasta el General Roca. Vivió una docena de revoluciones y presencio la partida de contingentes rumbo a diez guerras distintas
Texto tomado del libro “Historias Insólitas de la Historia Argentina” – Daniel Balmaceda