Las cabalgatas en el portal Bahía Bustamante, 80 kilómetros al sur de Camarones sobre la Ruta 1, consisten en un paseo por la estepa donde se pueden apreciar distintas especies autóctonas terrestres y marinas.
Un paseos sobre un caballo por la arena del paraíso, puede quedar grabado para siempre en tu memoria. Desde el Centro de Interpretación del Portal Bahía Bustamante, de Chubut, Javier “Tiko” Antual, un experimentado baquiano, te lleva a conectar con la tierra y el mar, a través de la interacción respetuosa con los caballos y la fauna silvestre. “Las personas, después de cabalgar, me agradecen mucho por llevarlos a conocer, me dicen que es una sensación diferente a cualquier otra y se van muy movilizados y contentos”, comienza a contar Tiko.
Javier “Tiko” Antual tiene 33 años y nació en un pequeño paraje rionegrino llamado Sierra Pailemán. Un lugar de cielo sagrado, elegido por el legendario cóndor andino. Su amor por el trabajo en el campo y por los animales fue siempre su brújula. Pasó por distintas partes de la Patagonia hasta llegar a Camarones, donde, luego de trabajar en varias estancias, incluida La Maciega, donde estuvo la familia Perón, se consolidó como un vecino más del pueblo.
Tiko sostiene que el campo y su forma de vida lo apasionan. Pese a los múltiples sacrificios que un entorno así demanda, el joven dice que es su lugar en el mundo.
“Me gusta levantarme temprano, prender la cocina a leña, dejar la pava puesta mientras doy de comer a los caballos y me tomo unos ricos mates amargos. Luego me preparo para salir a recorrer el campo con mis compañeros y mis perros. Cuando termino la recorrida y vuelvo a la casa, las gallinas salen a recibirme, lo que me pone muy contento. Me gusta la vida sencilla, comer asado, hacer tortas fritas y disfrutar de las pequeñas cosas. Creo que soy muy afortunado”.
Esta forma de vida generó una conexión profunda tanto con su entorno como con sus animales. Tiko destaca que su vínculo con los caballos es de amor puro: “Me dan confianza, seguridad y hay respeto mutuo. Me siento parte de ellos cuando estamos juntos”, destaca. Su forma de tratar con los animales es respetuosa y empática. “Estar en el día a día con los caballos es una experiencia única, salir a galopar genera una sensación de estar volando”, sostiene.
Su amor por los caballos llevó a Tiko a ofrecer una experiencia única para los vecinos de Camarones, quienes tuvieron la oportunidad de cabalgar por las costas de Patagonia Azul. Esta propuesta se dio en el marco del programa “Encuentros Por Naturaleza” de la fundación Rewilding Argentina.
Encuentros por Naturaleza
El programa “Encuentros por Naturaleza” tiene como objetivo proponer a los camaronenses disfrutar de paseos y experiencias variadas de conexión con el entorno y el ambiente marino de su lugar. En este marco, se llevaron a cabo unas salidas a caballo para los residentes del pueblo.
“Buscamos vincularnos con la naturaleza, volver a habitarla desde otro lugar, en esta oportunidad junto con los caballos. Conectar con la tierra y el mar a través de los animales”, destacó Fernanda Venditti, del área de Comunidades de la Fundación, y agregó: “Todos los vecinos quedaron muy agradecidos. Había muchos que no se habían subido nunca a un caballo y otros que no lo hacían desde chicos”.
Cabalgar es una actividad que realiza el ser humano desde hace cientos de años. Las características de los caballos lograron forjar un lazo que perduró en el tiempo y que se fue transformando. “Cuando se logra conectar, estos animales se ponen en sintonía con las palpitaciones y la energía de las personas que llevan, generando una relajación y una reducción del estrés”, cerró Venditti.
Paseos de conexión
Las cabalgatas en el portal Bahía Bustamante, 80 kilómetros al sur de Camarones sobre la Ruta 1, consisten en un paseo por la estepa donde se pueden apreciar distintas especies autóctonas terrestres y marinas como: guanacos, liebres maras, choiques, zorros, patos vapor, cormoranes, ostreros, chorlitos de collar, y algunos mamíferos como lobos marinos y ballenas.
La duración de la cabalgata es de, aproximadamente, tres horas, saliendo del Centro de Interpretación, recorriendo la estepa y pasando por Arroyo Marea, donde hay un refugio. Luego, el paseo continua por la costa del mar, pasando por un picadero de flechas y un antiguo campamento alguero.
“Aquí hacemos un descanso de 15 minutos para tomar un mate o agua. Después continuamos por la playa de arenas blancas, donde está el mirador y se puede apreciar toda la bahía, con algunas islas y el pueblo de Bahía Bustamante a la vista”, describió Tiko y concluyó: “Después seguimos hacia la ría Chica, donde hay aves de distintas especies y, finalmente, regresamos al Centro de Interpretación, donde se espera a la gente del grupo con algo rico para compartir”.
Fuente: Diario Río Negro