jueves, 12 de septiembre de 2024
Matadero Municipal se construye en los años 30 lejos del centro de la ciudad. Foto: Archivo Histórico Municipal

La administración municipal es, a los ojos de YPF, desprolija. Cada elección municipal sacaba a relucir prácticas como robo de votantes o la habilitación a votar a quienes no podían hacerlo, entre otras cosas habituales desde la época anterior. No hay fondos para pagar al Juez de Paz, ni para regularizar la deuda con la petrolera por el gas y el agua.

El pueblo es una alternativa para los ypefianos para compartir una comida distinta en algunos de los restaurantes, ver una película distinta en el cine de Comodoro Rivadavia o disfrutar un espectáculo de boxeo, por ejemplo. Pero también la dirigencia de la empresa petrolera ve en el pueblo un terreno donde reina la permisividad a la cual se asoman cada tanto sus obreros y empleados quienes visitan asiduamente algunos de los muchos despachos de bebidas o prostíbulos establecidos legalmente.

Hay algunas irregularidades, como el alquiler del espacio donde funciona la Municipalidad, que es la casa de Pella. Había empezado con $ 300 al mes, luego subió a $400. Cuando se va del cargo, el 20 de septiembre, las nuevas autoridades deciden alquilar otra propiedad, en principio se había decidido la casa que está arriba de Relojería “Freile”, en San Martín al 300 pero finalmente se opta por las instalaciones del Gran Hotel, a unos pocos metros de distancia.

Para darle un “orden” al desenfreno del pueblo, la empresa petrolera apoya expresamente una nueva intervención, apenas un año después de concluida la anterior. Desde fines de 1927, durante casi un lustro, se prolongará este régimen.

César Staffarini será la principal figura  de este periodo, lo anteceden Pessorano y Staub, pero es aquel, el comisario de YPF, quien mayor tiempo permanecerá como interventor municipal.

Su misión es reacomodar la gestión comunal para lo cual cuenta con el apoyo de la petrolera. Una tarea que será muy bien calificada por quienes propician estas intervenciones y que le valdrá a Stafforini regresar en otras oportunidades al cargo de Comisionado Municipal: con la cuarta intervención en 1936, e incluso durante la gobernación militar a fines de la década del 40.

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