La Voz de Chubut vuelve con la segunda entrega de la sórdida historia de amor del primer femicida, Francisco Radocaj, e Irma Diaz, de 19 años, quien fue abatida de seis balazos la tarde del 4 de diciembre de 1942 en Comodoro Rivadavia.
En la primera entrega se contamos sobre la relación secreta que Radocaj mantenía con Irma Díaz, a quien visitaba en la pieza de Belgrano 651 cuando su marido, Zvradko Zivcich, se iba a trabajar al Astra.
Primera parte de la nota: https://lavozdechubut.com/comodoro-1942-radocaj-el-primer-femicida-una-sordida-historia-de-amor/
Cuando Irma envuidó, Radocaj, con el camino allanado, puso en marcha sus planes de casarse con ella y formar una familia con el pequeño Juan Carlos, el hijo que había tenido de soltera.
Radocaj no dudó en hacerse cargo de los gastos de Irma y el niño de tres años; había pagado deudas del difunto y estaba planeando la boda dentro de un mes.
Esa tarde de diciembre, después de almorzar con la familia, algo cambió en Irma que la llevó a alejarse de él y pedirle que por favor la dejara en paz.
Solamente Radocaj sabe qué sintió en esas cuadras en que caminaba a su lado, en la calle Almirante Brown, y ella le dijo que no casarse con él.
¿Había otro hombre en su vida?
La semana pasada, te contamos que Irma no era la única que ocultaba cosas.
Radocaj pensaba en la mujer y los tres hijos que había dejado en la Europa asolada por la Segunda Guerra Mundial a la que no tenía pensado volver.
UN HOMBRE CASADO
Radocaj nació en Croacia –formaba parte de Yugoslavia-, el 29 de Julio de 1903. Había dejado en Europa a su esposa, María Lecs, con sus tres hijos, Llenco de 16 años, Margarita de 14 y Juan de 13.
La Segunda Guerra Mundial hizo que Radocaj perdiera las esperanzas de regresar con su familia. Cuando conoció a Irma, se convenció de que quería empezar una nueva vida con ella.
La familia de Irma Díaz sabía que Radocaj tenía familia en Yugoslavia. “¿Cómo iban a casarse si Irma sabía que Radojac era casado?”, bramó una vez Cechia, el tío de la víctima, incrédulo.
Radojac se había encargado de repartir que él la amaba con locura y ella por supuesto lo correspondía.
“Antes de que muriera su marido, ella sabía que yo era casado y nunca tuvo inconvenientes en unirse a mi”, declaró a un policía.
Antonio Rosic, yugoslavo de 34 años, cuñado de Radocaj, emigrado a la Argentina, confirmó que planeaba unirse en un “concubinato” con Irma.
“CLÁSICO LOMBROSIANO”
El 15 de mayo de 1943, el fiscal Francisco Castellanos presentó la acusación contra Radocaj por el homicidio de Irma Díaz, el 4 de diciembre del año anterior en Comodoro Rivadavia.
En aquellos años no existía la figura de femicidio. A juzgar por el modus operandi, Radocaj fue visto como un típico criminal “lombrosiano”.
El fiscal Castellanos pidió una pena de 25 años de prisión. “Radocaj fuma indiferente, ajeno a todo sentimiento de piedad o remordimiento, es el típico clásico delincuente lombrosiano”, expuso.
La defensa de Radocaj la asumió Jorge Galina, quien sería el primer gobernador de Chubut, el 2 de mayo de 1944.
El abogado pidió una pena de ocho años de prisión considerando que Radocaj no tenían antecedentes, era una “buena persona” y había mostrado buena conducta.
Una mes después, por motivos que se desconocen, Radocaj revocó la defensa de Galina y designó en su remplazo a Ernesto Cativa Tolosa.
El 4 de septiembre de 1944, el jefe de la Policía del Territorio Nacional de Chubut, Mario A. Perón –hermano de Juan Domingo- elevó el expediente Radocaj al Juzgado.
MORIRÍA POR TI
El 9 de agosto de 1946, el juez Ricardo Ramugé condenó a Radojac a 14 años de prisión por el homicidio de Irma Díaz.
Los amigos aseguraron que estaba “algo trastornado” y una vez les había dicho que “era capaz de morir por ella”.
Alguien que lo conocía declaró que se Radocaj “se volvió loco” cuando Irma le dijo que no quería casarse.
Un testigo declaró que Radocaj e Irma, que se veían felices, lo habían invitado a su boda que se celebraría en octubre de 1943.
Otros testimonios alumbran que el hombre había reservado una habitación para toda la familia a expensas de la Compañía Astra.
Cuentan que Radocaj llegó a gastar 2000 pesos en poco tiempo y le pidió dinero prestado para satisfacer los deseos de Irma.
Radocaj confesó que cuando él la alcanzó a Irma sobre la calle Mitre y ella procuró evitarlo, le dijo que no quería casarse con él.
Ese viernes fatídico, Radojac había iniciado los trámites para contraer matrimonio y le había prometido que le compraría dos vestidos.
Cuentan que Radocaj quedó destrozado cuando se enteró que Irma estaba viendo a otro hombre que “era un mejor partido”.
Muchos pensaban que él se reprochaba que “no tenía dinero en abundancia para darle”.
Radocaj, aun después de haberla matado, se negaba a aceptar que ella no quería ser su esposa. “La única vez fue el día que la maté…mientras caminábamos”, le dijo a un policía.
En los tribunales desfilaron varios testigos pero ninguno de ellos se atrevió a revelar la identidad del tercer hombre.
TRISTE, SOLITARIO Y FINAL
El 8 de Julio de 1947 notificaron a Radocaj de la sentencia de 14 años de prisión y él se negó a firmarla.
Un año antes el condenado había revocado la defensa de Cativa Tolosa porque a su entender “no le prestaba suficiente atención”.
El 15 de febrero de 1946 lo remplazó el defensor oficial Benito Fernández, gobernador de Chubut electo en 1973, derrocado por el Golpe del ‘76.
A partir de ahí Radocaj empezó con una maratón de apelaciones en los tribunales de La Plata y ante la Corte Suprema buscando que le reduzcan la sentencia.
El 16 de octubre de 1952, a Radocaj consiguió que le bajen la pena dos años y 30 días: saldría en libertad el 3 de noviembre de 1958.
La precipitada liberación de Radocaj, que hoy desataría polémica, dio un nuevo giro a esta historia.
Las autoridades penitenciarias elaboraron un informe en el que dictaminan que Radocaj mató a Irma Díaz por “venganza” debido a “las actitudes de ella” , y ya no reviste “ningún peligro” para la sociedad.
“Su delito genéticamente responde a una reacción emocional primaria de venganzam que se injerta en un estado ideo-afectivo prolongado (pasional), motivado por las actitudes de la vícitma”, dice el informe médico-psicológico.
El documento lleva las firmas del director del Instituto, Ángel Álvaro Arismendi, y por el representante del Patronato de Liberados y excarcelados, José Carlos Cabrini.
“La peligrosidad ha desaparecido en la personalidad de Francisco Radocaj y por tanto aconseja se le conceda la libertad condicional que gestiona”, concluyeron los especialistas.
El juez subrogante de Chubut, Ernesto J. Cano, concedió al libertad condicional del condenado y lo traslaron a la U6 de Rawson.
El 16 de octubre de 1953, a las 18.30 horas, Radocaj salió de la cárcel de Rawson en libertad. Cumplió diez años, diez meses y once días de prisión.
Estuvo viviendo un año en el hotel Allén de Rawson hasta el 15 de noviembre de 1954 cuando se radicó en Puerto Pirámides.
El 7 de febrero de 1955, volvió a Rawson donde se hizo carpinero, oficio que aprendió durante sus años de encierro.
Radocaj nunca pudo rehacer su vida; se la pasó comprando boletos de Lotería con la esperanza de regresar a Croacia.
El hombre vivió perdido en el juego hasta que murió a finales de los ´70. Los que lo conocieron dicen que nunca volvió a enamorarse.
Al día de hoy muy pocos lo recuerdan.