Cada vez más vecinos reclaman por la falta de transparencia en los sorteos de viviendas que realiza el IPV y solicitan una solución urgente que evite la digitación de las asignaciones.
Silvana Barrio es vecina de Rawson, lleva casi 20 años inscripta en el Instituto Provincial de la Vivienda y participó llegó al sorteo con las ilusiones que generan el sueño de la casa propio.
Curiosamente a Barrios le asignaron un número de lista y al rato, sin explicación alguna, se lo modificaron. “Este año fue la vez que me tocó con la primera lista, yo tenía el número 47, sale el número 47, saco a mi hija, nos vamos al sorteo, llego al sorteo y me dicen: no señora, le cambiamos el número, tiene el 44. Cómo que me cambiaron el número, sí señora, cambiamos el número, se cambió lista a último momento”, contó indignada, en Fm Capital.
“Estoy esperando desde 2003 y tener la sorpresa de que tenés tu casa y a los diez minutos te dicen que no”, lamentó. “Fui a reclamar lo que supuestamente me pertenecía y la señora (Ivana) Papainni me dice: ‘no, discúlpame, vos no te ganaste nada, la segunda lista es válida’”, aseguró.
“La explicación fue esa, que cambiaron los números a último momento porque tenían gente que tenían problemas, que la bajaron y agregaron gente”.
Ante el reclamo pertinente, Barrio fue recibida por las autoridades del IPV. “Cuando fui el lunes a la reunión, me llama la señora Papainni y me dicen el tema de la modificación, yo les expliqué que no entendía nada, y me dicen: ‘lo que podemos hacer, es de las 16 casas que están detrás de UPCN, que son casas para madres solteras, con discapacidad, son para ofrecerte como segunda opción. Que tu marido se dé de baja en viviendas y te pases como madre soltera”.
Ante esta propuesta, las autoridades aclararon que de ser aceptada, la vivienda no podría ser modificada en el transcurso de dos años.
“Es la nueva posibilidad que me dan, una casa que no se puede ampliar por dos años. Realmente no te voy a aceptar la propuesta, somos 6 en la casa, no se puede estar viviendo en una burbuja y esperar dos años para poder agrandar la casa”.