El ministro de Economía, Sergio Massa, dio una serie de definiciones un encuentro organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) en la Ciudad de Buenos Aires. Tanto económicas, como políticas.
El tigrense también descartó que el año próximo el Gobierno vaya a inyectar pesos en la economía con el objetivo de ganar las elecciones presidenciales. Lo hizo ante una pregunta del auditorio. “Nuestro gobierno va a poder ganar las elecciones si bajamos la inflación. Recuperar la capacidad adquisitiva del salario es lo que nos hará competitivos electoralmente. Eso de expandir el gasto para ganar una elección es algo del pasado”, aseguró Massa. Así descartó lo que algunos en el Frente de Todos denominaron “plan platita” para intentar revertir en las elecciones generales la derrota electoral sufrida en las PASO legislativas el año pasado.
En términos políticos, Massa reiteró que se siente en el final de su carrera política. “Un aprendizaje de estos días y un consejo en la sabiduría de un largo recorrido, y en el final de mis pasos de mi carrera política, es transmitir a toda la política que tome conciencia de que las decisiones unificadas del Estado en términos de política económica son centrales para construir un proyecto de desarrollo económico como país”, recomendó
La descoordinación del equipo económico fue costoso para el país en términos fiscales y de reservas, al tiempo que el ex ministro Martín Guzmán se quejaba antes de su renuncia por no tener poder contar con el manejo de todos los instrumentos económicos (control de la política monetaria y energética). Por eso, Massa pudo unificar bajo su cartera casi todas las herramientas (industria, comercio exterior, energía y campo, con supervisores en el Banco Central).
Según anticipó el ministro, el crecimiento de la economía en 2023 superará el 2% previsto, por el impulso de la construcción y la energía (al menos 1,8%), compensada por un impacto negativo en el campo (efecto sequía).
En un momento, Massa aprovechó para cuestionar a los empresarios que presionan para una devaluación del peso frente al dólar, y les recordó que cuando eso sucede también pierden valor sus compañías. “Tengamos cuidado: los que piden una devaluación desesperados, están destruyendo el valor de sus compañías. No solamente destruyen el ingreso de los argentinos, sino que también destruyen el valor de sus empresas en dólares”, indicó.
En otro segmento destacado, el ministro de Economía planteó: “Vamos a cumplir con las metas del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tanto en materia de déficit fiscal como de acumulación de reservas”.
Y aseguró que “más allá de la opinión política que cada uno de nosotros puede tener respecto de cómo se tomó el crédito y cuál fue el resultado de ese endeudamiento, los compromisos que toma un país no son de una fuerza política; son de un Estado que es una continuidad. Quienes tenemos la responsabilidad de administrar, tenemos la obligación de hacer respetar y cumplir la palabra que empeña nuestro país o nuestra Nación en cada uno de los foros internacionales”.