martes, 15 de octubre de 2024

Un 24 de noviembre de 1818 flameó la insignia patria en el fuerte de Monterrey gracias a la intrepidez del capitán Hipólito Bouchard quien con patente de corso en Buenos Aires, fue el terror de los barcos españoles en todo el mundo.

Bouchard, sobre «La Argentina», y su subordinado Peter Corney al mando de la «Chacabuco», con una desusada tripulación de criollos y polinesios, sitiaron la ciudad enemiga. Las baterías realistas cañonearon a las naves patriotas, que respondieron el fuego implacablemente y lograron desem­barcar sus tropas de ataque. El diario de Bouchard cuenta que un cobrizo guerrero hawaiano fue quien arrió la bandera española e izó la celeste y blanca. La ocupación de la Alta California por parte de la Armada argentina se prolongó por seis días.

Por Miguel Ángel Martínez

 

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