En julio de 2007, el entonces gobernador Mario Das Neves presentó la concreción del proyecto de impulsar barcos pesqueros con una mezcla de biodiesel. El novedoso adelanto tecnológico y ambiental, estuvo a cargo de la empresa Biocombustibles Chubut S.A y se puso en marcha en Comodoro Rivadavia, desde donde partió el ‘Codepeca I’, el tangonero que recibió en sus depósitos una carga del nuevo combustible ecológico producido a través de microalgas.
“Esto nos diferencia con el resto del país y es un aporte que hacemos desde Chubut al país”, afirmó Das Neves ese día y prometió hacer una revolución en Chubut con la producción de biocombustibles.
“Nos propusimos al principio de la gestión que íbamos hacer punta en todo lo que es energía renovable y acá está un hecho ya contundente”, dijo Das Neves, y destacó: “Estamos en condiciones de mostrar con mucho orgullo que podemos exportar tecnología”, afirmando que habían captado el interés de Estados Unidos, Japón y la Comunidad Económica Europea.
“El éxito está asegurado porque basta ver el interés de los inversores extranjeros y de quienes nos están visitando por estas horas, de las posibilidades y las pretensiones de inversiones millonarias, demuestran que el primer paso lo hemos dado con éxito”, resaltaba el Gobernador.
A pesar de la grandilocuencia en el anuncio y las proyecciones del gobernador, el proyecto rápidamente fue perdiendo fuerza hasta caer en el olvido. Un par de años después, en 2009, el entonces diputado radical Carlos Lorenzo denunció que el proyecto había sido “una gran mentira”
Lorenzo demostró que “el buque cargó 45.000 litros de gasoil y 5.000 litros de biocombustibles, de los cuales sólo el 1 por ciento (50 litros) era aceite de microalgas. Quiere decir que sobre el total de 50.000 litros de combustible cargado, el biodiesel de microalgas significaba el uno por mil”.
“Lo que sí puede aseverarse es que Biocombustibles del Chubut S.A no se encuentra inscrita en el Registro creado por la Resolución de la Secretaría de Energía de la Nación Nº 1102/2004, ni como productora, ni como distribuidora, ni como comercializadora, ni como abastecedora agroindustrial, ni como operadora de bocas de expendio. De manera que si la mencionada empresa está produciendo y vendiendo biocombustibles, lo está haciendo en forma clandestina, violando las normas que en la República Argentina establecen como condición sine qua non para comercializar combustibles, estar inscriptos en el mencionado Registro”.
Luego de la presentación de Lorenzo, dos concejales de Comodoro Rivadavia presentaron una denuncia penal para que se investigue qué pasó con los 600 mil pesos que el Estado entregó al empresario Marcelo González Machín, impulsor del proyecto.