martes, 15 de octubre de 2024

En 1932, un geólogo alemán que por primera vez veía una lobería en plenitud, se entusiasmó sacando fotos a los lobos y en determinado momento nos pidió por señas, ya que no entendíamos su idioma, que espantáramos a los lobos para que pudiera sacar fotos mientras el tropel se arrojaba al agua. Entusiasmado con el espectáculo, el determinado momento saltó sobre lo que creyó que era una lobo muerto hacía tiempo pero lo que consiguió fue despertar al lobo que de un solo mordisco lo arrojó como a 10 metros de donde estaba y salió disparando al agua. Cuando fuimos a socorrer al pobre alemán, tenía una lastimadura terrible que le habías deshecho el cuerdo desde la nalga hasta el ombligo. Lo vendamos como se pudo, cruzamos una puerta en el auto y sobre él lo colocamos, tuvimos que atarle juntas las piernas porque se le caía como si estuviese cortada.

Lo trajimos lo mejor que se pudo, tardamos desde Punta Norte a Trelew casi todo el día ya que el accidente ocurrió a las 10 de la mañana y llegamos ya casi de noche, hizo el viaje casi inconsciente, nosotros no le pudimos suministrar ningún medicamento, por momentos creíamos que había muerto, parábamos el auto y comprobábamos que aún respiraba aunque muy lento. Con él casi cruzado en el auto, llegamos a Trelew y lo entregamos en el hospital, ya que en Madryn no lo quisieron recibir por no contar con los medios para atender tal herido. A los dos días murió engangrenado. El lobo de un solo mordisco le había deshecho la cadera y el fémur. Posteriormente repatriaron su cadáver a Alemania.

La matanza de lobos fue despoblando las loberías hasta que llegó a resultar un negocio poco rendidor y por ello se abandonó como tal y lentamente se comenzaron a repoblar las loberías que actualmente, como están protegidas, se encuentran florecientes.

En la misma forma se había comenzado la matanza de pingüinos, pero se abandonó por falta de interés en industrializar el cuerito. También se persiguió al guanaco, que por su organización en la manada se reproduce a través del padre más fuerte, joven e inteligente, y no hace daño al campo en lo referente al pastoreo de ovejas, pues no contagia la sarna como se suponía, come los brotes más largo de los montes con lo que hace que la planta crezca a lo ancho y no para arriba, esto hace que la oveja alcance los brotes bajos y no dañe alambrados y aguadas.

No obstante se los terminó en forma por demás brutal, por 1936 en Ninfas se les pagaban por el par de orejas y se les daba las balas a quien los quería matar, conocí a un extraordinario tirador, Boers, quien mató tantos pero tantos guanacos que con lo que cobró por ellos le alcanzó para poblar una estancia.

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1 comentario

  1. Oscar Nichols on

    Muy lindas historias para mi desconocidas me encantaría seguirlellendo más historia vividas en la provincia pero no se donde buscarlas

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