En medio de los incendios en las sierras de Córdoba, la noticia de la figura de yeso de una virgen que quedó intacta y rodeada de llamas que consumieron todo a su paso dio que hablar. En Mendoza, hace más de 160 años, se vivió una situación similar con una figura de la Virgen de la Merced.
En medio de los catastróficos incendios en las sierras de Córdoba y sus tristes y lamentables consecuencias, una noticia no pasó para nada desapercibida y dio que hablar hace unos días. Y es que la imagen de la virgen de la Inmaculada Concepción quedó intacta mientras que, a su alrededor, las llamas consumieron cuatro viviendas y todo lo que encontraron a su paso (y más) en la zona de Los Cocos, dentro del Valle de Punilla.
Las lecturas e interpretaciones ante este reciente episodio, de lo más variadas, giraron en torno a la posibilidad de un milagro, aunque también se centraron en una hipótesis más racional -quizás- como la referida a que el yeso (material con que está hecha la imagen) tiene una mayor resistencia al fuego. No obstante, la secuencia no tardó en convertirse en noticia y hasta en ser interpretada como un mensaje de esperanza entre tanto dolor y angustia.
Hace más de 160 años, un episodio similar -y que involucró a otra catástrofe y a otra imagen de la virgen- marcó la historia de Mendoza. Y se convirtió en uno de esos relatos -documentados- en los que se pone en práctica el conocido axioma de “creer o reventar”. Porque el 20 de marzo de 1861, durante el terremoto que obligó a la relocalización de la Ciudad de Mendoza (el más fuerte de la historia en la provincia), una imagen de la virgen resistió impoluta y en pie a la catástrofe.
Se trata de la figura de la Virgen de la Merced, que se encontraba en la vieja construcción de la iglesia que lleva su nombre en la Ciudad de Mendoza. Esta imagen fue lo único que se mantuvo en pie durante y luego del movimiento telúrico en la manzana situada entre las calles San Luis, Montecaseros, Córdoba e Ituzaingó. Y al día de hoy sigue en el lugar.
Desde entonces, la Virgen de la Merced es considerada como “La Virgen del Terremoto”, y esta histórica figura reposa sobre el altar mayor del actual templo, que fue construido en 1909.
Hace unos días, el 24 de septiembre, se conmemoró el Día de la Virgen de la Merced, considerada -además- primera pobladora, fundadora y patrona del departamento de Maipú. En la Iglesia de la Merced de Maipú se encuentra la imagen de la virgen que sale a desfilar en procesión y que es la que gana las calles durante las celebraciones en este departamento. No obstante, no es ella la que “sobrevivió” al terremoto, ya que esa sigue resguardada en el templo de Ciudad.
LA IMAGEN DE LA VIRGEN QUE RESISTIÓ AL TERREMOTO MÁS DESTRUCTIVO
Antes de llegar a la sorprendente historia de cómo la emblemática imagen de la Virgen de la Merced sobrevivió intacta al destructivo terremoto de 1861, resulta clave repasar la llegada de la orden de los Mercedarios a esta parte del mundo. Fue en 1576 cuando, 15 años después de la fundación de la Ciudad de Mendoza, se construyó y abrió el primer convento de la Santa Catalina y bajo la jurisdicción de la Purísima Concepción de Chile.
Los Mercedarios fueron una de las primeras órdenes en llegar a Mendoza, con acciones misioneras, apostólicas -como tantas otras-, aunque también con una impronta cultural y patriótica.
El primero de los templos de la orden fue construido en el siglo XVII, mientras que el segundo se levantó -en ladrillo y cal- en 1740. Fue precisamente este templo donde se ubicó la imagen de la Virgen de la Merced que fue protagonista del inédito episodio de resiliencia al que mucha gente suele considerar un milagro. Y siempre estuvo en la manzana capitalina en que se encuentra actualmente.
El 20 de marzo de 1861, durante el terremoto más grande en la historia de Mendoza, todo el templo quedó reducido a escombros y ruinas. Mejor dicho, todo menos la imagen de la Virgen de la Merced, que permaneció intacta e ilesa, elevada sobre una columna. Hace un tiempo, durante una restauración que se hizo a la imagen de la virgen en Ciudad, entre sus atuendos se encontró documentación de 1.800, lo que corroboró que la imagen que allí se encuentra es la que resistió al terremoto.
Tras el devastador terremoto, en 1866 fue el cura Apolinario Vázquez el encargado de levantar otro templo y que permaneció en pie hasta 1895. La última de las construcciones, y que es la que aún permanece en pie, data de 1909 y estuvo a cargo del especialista en obras sismorresistentes, Víctor Barabino. De hecho, la estructura está realizada con una trama de rieles de hierro y mampostería de ladrillos.
La imagen de la virgen que resistió en pie el terremoto de 1861 se encuentra ubicado en el altar mayor y dentro del camerín que fue inaugurado en 1914. La historia de resiliencia de la imagen de la virgen que soportó en pie e intacta el terremoto se convirtió en un mensaje de esperanza y resistencia para los mendocinos, quienes asociaron (y asocian) esos conceptos a la Virgen de la Merced.
PRIMERA POBLADORA, FUNDADORA Y PATRONA DE MAIPÚ
El estrecho vínculo entre la Virgen de la Merced y el departamento de Maipú data de 1800, incluso antes del terremoto y cuando el departamento ni siquiera llevaba ese nombre. En 1817, Pedro Palma -vecino de la zona- donó un terreno “para que se levante una capilla en honor a la Virgen de la Merced”.
Luego del terremoto, y ante la milagrosa mantención en pie e intacta de la figura en el templo de la Ciudad de Mendoza, muchos fieles de la virgen quisieron llevar su imagen a sus casas. La destrucción del sismo también había dejado su huella en lo que actualmente es Maipú, por lo que José Alberto de Ozamis -vecino ilustre y uno de los primeros bodegueros de la zona- le propuso al ya mencionado padre Vázquez -superior de la Merced en Mendoza- el traslado de la orden Mercedaria a Maipú. Y hacia allí trasladaron una nueva imagen de la Virgen de la Merced.
“No llevaron la imagen que estaba en la iglesia de Ciudad, sino otra. Esa otra tampoco es la que sale actualmente a la peregrinación, ya que tiene casi 200 años y está guardada”, resume el secretario de la Cofradía de la Merced en Maipú, Ezequiel Cánepa.
Ya por entonces esta representación de la virgen se había ganado su reconocimiento en la comunidad como “la primera pobladora del nuevo pueblo que se levanta entre los escombros para renacer”. Por esto es que, en Maipú, se la considera -además de protectora- “primera pobladora y fundadora del departamento”.
Ozamis donó parte de sus terrenos a la orden y, junto al padre Vásquez y los pocos vecinos que residían en la zona, fundaron la noche del 31 de marzo de 1861 -11 días después del devastador terremoto- la Villa de Maipú, junto con el templo para resguardar la imagen de la Virgen.
El Fray Alfredo Vera, continuador de la labor mercedaria en Maipú, fue el encargado de la construcción del actual templo de la Merced, que fue inaugurado en 1934 frente a la plaza departamental.
Fue recién el 29 de julio de 1954 cuando el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Maipú, por medio de la ordenanza 500, declaró oficialmente “Patrona de la Ciudad y Departamento de Maipú a Nuestra Señora de la Merced, cuya imagen se venera en el camarín de la iglesia homónima en Maipú”. Además, se fijó el 24 de septiembre como día de las fiestas patronales del departamento, decisión que fue ratificada en 1988 por medio de la ley provincial 5.328.
El 17 de diciembre de 1961, mismo año del centenario de la fundación de la Villa de Maipú, el entonces arzobispo de Mendoza, monseñor Alfonso María Buteler coronó a la Virgen de la Merced con Corona Pontificia en su triple carácter de “primera pobladora, fundadora y patrona del departamento de Maipú”. También en 1962, la imagen de la virgen recibió la Banda y la Faja de Generala del Ejército Argentino.
Por Ignacio de la Rosa para Los Andes