viernes, 11 de octubre de 2024

El seleccionado de Arabia Saudita dio el batacazo este martes ante la Selección Argentina, como puntapié para el Grupo C del Mundial Qatar 2022, y dejó atónitos a los fanáticos del fútbol y a los apostadores, que habían dado por hecho que los ganadores iban a ser los dirigidos por Lionel Scaloni.

Por eso, sorprendió aún más la historia del técnico francés Hervé Renard que dirige a los árabes, quien es reconocido en el fútbol mundial como «el mago blanco», ya que es considerado uno de los directores futbolísticos que consigue mejorar las condiciones de los equipos menos agraciados.

Renard comenzó a jugar como un modesto defensor en el Club Cannes, entre 1983 y 1990, donde coincidió con el brillante Zinedine Zidane.

Dicen los que saben que allí se dio cuenta que lo suyo no era jugar al fútbol específicamente, sino más bien entenderlo desde otro punto de la cancha; sin embargo, siguió intentando una vida en el ámbito profesional de liga.

Posteriormente, tuvo su paso por clubes como Stade de Vallauris y el SC Draguignan, donde se retiró en 1998. Entonces, como no le alcanzaba el dinero para sobrevivir, además de entrenar para sus equipos se desempeñó como basurero y como trabajador de limpieza en edificios locales.

El presente lo encuentra frente a Arabia Saudita, desde julio de 2019. Su labor es valorada, porque mantienen su contrato hasta el 2027. Lleva dirigidos 28 partidos, con 18 victorias, 6 empates y tan solo 4 derrotas.

Los memes después del partido, además de presentar reclamos y pesares por la Selección Argentina, apuntaron a su parecido con el príncipe «Encantador» de la película «Shrek», a quien le da voz el actor Rupert Everett, por su fisonomía.

Antes del partido de este martes, Renard hizo declaraciones y señaló que «en los Mundiales siempre hay sorpresas”. Sin embargo, dejó en claro que considera al equipo de Lionel Scaloni como “uno de los mejores del mundo”.

África, la vidriera de Renard antes de este presente
Hervé Renard no solo se ha destacado en el fútbol francés, con ascensos en equipos que debían mantenerse peleando para conseguir una buena posición en las tablas de sus torneos. Sino que también consolidó su carrera en varias selecciones africanas.

Fue un impensado campeón de la Copa Africana de las Naciones con Zambia, en 2012, y con Costa de Marfil, en 2015. Además, dirigió a Marruecos en el Mundial de Rusia 2018, donde no superó la fase de grupos pero dejó una buena imagen del equipo, que hacía muchos años que no participaba en una competencia de estas características.

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