Una nueva y grave denuncia recae sobre la secretaria de Cultura de Comodoro Rivadavia, Liliana Peralta, quien estaría acusada de violencia laboral, abandono de persona y omisión de auxilio, ocurrido tras un incidente que habría provocado un accidente cerebrovascular (ACV) a una trabajadora del Museo Ferroportuario. La acusación también recae contra el director del museo, Claudio Pascal.
Según la denuncia, una trabajadora del museo habría sido víctima de acoso laboral por parte de Pascual durante un tiempo prolongado y durante meses denunció esta situación ante Peralta, quien no habría tomado cartas en el asunto, permitiendo que el hostigamiento continuase.
Testigos relataron que el maltrato que el director de museo hacia la trabajadora se fue incrementando con el tiempo hasta que un día, luego de soportar gritos e insultos comenzó a sentir los primeros síntomas de un ACV, mientras intentaba escapar de la situación.
El portal Cadena Total de Puerto Madryn afirma que “Pascal, al ver a la mujer desvanecida y convulsionando en el suelo, decidió abandonar el lugar, en vez de asistirla”. Solo la rápida intervención de una compañera de trabajo permitió que se llamara una ambulancia. “Liliana Peralta, según la denuncia, fue informada del incidente y tampoco actuó para auxiliar a la trabajadora. La empleada afectada estuvo dos meses en terapia intensiva, luchando por su vida”.
Hasta el momento, intendente de Comodoro, Othar Macharashvili, ni la secretaria Peral se han referido públicamente sobre la denuncia.
El escándalo en la Secretaría de Cultura de Comodoro Rivadavia es aún mayor, la semana pasada una trabajadora presentó una denuncias el Ministerio Público Fiscal entre funcionarios de esa cartera: por un lado, la titular del organismo, Liliana Peralta, denunció Muriel Antonella Del Valle, directora general de Proyectos Especiales Culturales, de haberla amenazado. Y esta última respondió con una contradenuncia contra Peralta por abuso de poder, negociaciones incompatibles, malversación de fondos públicos e incumplimiento de deberes de funcionarios públicos, entre otros aspectos.
Del Valle asegura que sufre hostigamiento desde que comenzó está gestión: “Cuando un empleado pregunta de más o indaga en temas que no tienen respuestas claras, estas prácticas de acoso se vuelven comunes”.
La denunciante manifiesta que, como parte del hostigamiento, le eliminaron funciones, la excluyeron de actividades organizadas por la Secretaría, le negaron autorizar horas extras tanto para ella como para su equipo, y le incorporaron personal a su estructura que respondía directamente a Peralta, dejándola sin autoridad sobre su propio personal.
“Todos estaban al tanto de la situación, pero nadie se interesó en mediar o buscar una solución. El abuso de poder se sostiene en la idea de ‘yo soy el secretario, mi firma vale más y se hace lo que yo digo’”, aseguró.