viernes, 4 de octubre de 2024
Trabajadores Salinas Grandes, Península Valdés. Foto Celso Rey García

Las primeras huelgas de Chubut fueron las que iniciaron los obreros que trabajaron en Salinas Grandes, contratados por el Sr. Munno, ocasionadas por el descontento de que al parecer no cumplía este señor con lo pactado. Recordamos entonces que el 25 de junio de 1892, uno de estos obreros abandonó el trabajo marchándose a pie a Puerto Madryn, y dos días después fueron 9 quienes también dejaron el trabajo.

Enterado el Comisario Sr. John Howell Jones de esta huelga, acudió en auxilio de los obreros comunicando este percance a las autoridades superiores, quienes enviaron de inmediato al lugar, al Comisario de Rawson Señor Cavenago, para que hiciera el sumario y averiguara las causas. Los obreros se trasladaron a Trelew y el Sr. Juez de Paz, obligó al Sr. Munno a abonar los salarios de 11 días de huelga más el viaje “gratis” de vuelta a Buenos Aires, en el vapor “Josefina” de propiedad del mencionado Munno.

Siguiendo con este relato; el Sr. Antonio Munno, en el año 1898, se asoció con los señores: ERNESTO PIAGGIO, ALEJANDRO FERRO y JOSE FERRO, con el fin de lograr una explotación más integral y eficiente de la sal de las Salinas.

Acordaron así la construcción de una línea férrea de trocha angosta (tipo Decauville), con una longitud de 34 kms. En lugar de transportar la sal hasta el pueblito de Puerto San José, se decidió que el embarque se efectuará en otro punto, sobre el Golfo Nuevo. El lugar elegido fue una playa cerrada por barrancas y acantilados, bardas de tierra arenisca, cuyas formas, son “verdaderas pirámides” y es así que se comienza esta construcción del Ferrocarril Península Valdés, FFPV. cuya terminal fue “PIRAMIDES”, de aquí proviene el nombre de nuestra villa turística.

El Gobierno de la Nación aprobó los planos pertinentes del trazado definitivo que estuvo a cargo del Ing. Beloredi, según ley No 3898 del 14 de julio de 1900.

Con el correr de los meses, la explotación de la sal y del trencito, se realizó por medio de dos Compañías que fueron las siguientes: Señor Ernesto Piaggio que era dueño de una pequeña flota de barcos, el 2 de junio de 1901 se asocia con el señor Alejandro Ferro, formando la Cía. Piaggio y Cía., que explotaba el ferrocarril bajo la denominación de F.P.V.; mientras que la otra Cía. estaba formada por: Ernesto Piaggio, Alejandro Ferro, Antonio Munno y José Ferro, se dedicaron a la explotación de la sal en Salinas Grandes. Con el correr del tiempo allá en el año 1914, esta Cía. se transformó en otra, denominándose: SALINERA ARGENTINA S.A. y cuyos principales accionistas fueron: el Banco Nación Argentina; W Cooper y Cía.; La Italia Cía de Seguros, el Banco de Italia y otros. Así que la explotación de sal que comenzó con el Sr. Munno en 1892, duró hasta el año 1916 en que decayó totalmente. En el año 1920, se realizó una licitación y fue adquirida por Don Alejandro Ferro.

De esta forma terminó por completo la explotación de la sal y el histórico trencito, dejando de funcionar en su largo recorrido de 34 kms. después de haber transportado miles y miles de toneladas de sal, desde su origen en Salinas Grandes hasta su terminal el pequeño muelle en “Pirámides”. De acuerdo a las estadísticas del Sr. Ing. Emilio Ferro, hijo de Don Alejandro, integrante de la Cía, explotadora, en el lapso de auge, este trencito llegó a transportar hasta 12.000 toneladas anuales de sal.

Fueron muchos los trabajadores empleados en distintos trabajos, acopio de sal, carga y descarga, mantenimiento del trencito y otros trabajos. El galpón principal, oficinas, administración, etc. se instalaron en Pirámides. No he podido conseguir una estadística del número de personas afectadas a esta explotación, pero en líneas generales, según fotografías y conversaciones que he realizado con viejos pobladores de la península, estimo que los obreros, entre los que se contaban muchos inmigrantes italianos y de otras nacionalidades, deben haber llegado a unas doscientas personas, las que sumadas a otras tantas que trabajaban en la matanza de lobos y elefantes marinos, más la “gente de campo”, “bolicheros”, empleados oficiales de la nación y del territorio del Chubut, posiblemente en un año pico, la gente dedicada a todos estos menesteres dentro de la península, debió alcanzar cerca del millar, número que en la actualidad no se alcanza, pues la actividad en Península, ha quedado reducida a la ganadería y al turismo de sus costas.

Con el cambio del lugar, quienes inicialmente residían en el Puerto San José, se trasladaron a Puerto Pirámides, creciendo rápidamente el número de habitantes.

Aún se conserva, por supuesto en muy mal estado, dado que la sal hace “su trabajo” unos metros de rieles y algunas vagonetas de este trencito, justo en el comienzo en Salinas Grandes, hacia “adentro” y donde se acumulaba la sal para ser transportada al puerto de embarque, Pirámides. Entiendo que se podría llevar estos históricos rieles y vagonetas, a la Municipalidad de esta villa, para ser mostrados a los turistas, como testimonio de la historia de esta región.

Nota Lucio Barba Ruiz para la revista “Policía y Comunidad”

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