La tranquila villa balnearia de Puerto Pirámides está a punto de colapsar. El crecimiento desproporcionado de la población y el vertiginoso avance de nuevas construcciones en loteos sospechados de grandes negocios inmobiliarios entre exfuncionarios y empresario de la zona, provocaron que los servicios públicos no puedan cubrir las necesidades básicas de los habitantes.
Puerto Pirámides, casa de la ballena franca austral, fue declarado Patrimonio Natural Mundial por la UNESCO en 1999 y desde entonces buscó cuidar su entorno natural, limitando el crecimiento poblacional y el desarrollo urbano.
Sin embargo, en los últimos años se multiplicaron los loteos en distintos sectores de la localidad, se autorizaron construcciones de gran tamaño y, en pocos años, la población aumento un 40 por ciento (pasó de 500 a 700 habitantes). Los vecinos de Pirámides denuncian que detrás de este crecimiento hay un gran negociado de tierras fiscales realizado durante la intendencia de Alejandro Albaini, que involucra a exfuncionarios, parientes y empresarios de la zona.
“Acá hubo un curro con el tema de las tierras, cuando Albaini era intendente se repartieron las tierras entre los NyC, nacidos y criados, a quienes les dieron las mejores terrenos, todos con salida al asfalto, primera bajada, segunda o calle principal”, denuncia Mara D’aiuto, quien vive en Pirámides desde 1996. Y aclara quiénes eran los NyC que se beneficiaron con el reparto de tierras fiscales: “Muchos eran concejales, funcionarios del municipio o familiares del intendente”.
Según denuncian, los beneficiarios de las tierras no las utilizaron para construir sus viviendas o locales comerciales sino que rápidamente las vendieron y se quedaron con el dinero. “Después nadie se quedó con las tierras, todos las vendieron a casi los mismos empresarios”, afirma D’aiuto.
Según Hugo Cárdenas, expresidente de la cooperativa, “todo fue un negocio inmobiliario, más que una cesión de tierras a habitantes que precisaban un terreno o comerciantes que precisaban hacer su emprendimiento porque los terrenos que le dieron a la gente no fueron para ellos, sino que fueron para algunos empresarios que luego compraron esos terrenos”.
“Acá nos conocemos, les entregaron lotes a vecinos que se sabía que no iban a poder construir nunca porque no estaban en condiciones económicas para hacerlo. De los que conozco yo, solo dos personas construyeron en los terrenos que les otorgaron, los demás vendieron a empresarios que vieron la oportunidad del negocio”, manifestó.
“Los empresarios que compraron las tierras son conocidos, pero yo no le he hecho la culpa al Oso, ni a sus hijos sino al que les permitió hacerse de los terrenos. Otro de los grandes beneficiados con estas compras de lotes es un empresario al que todos conocemos como el ‘palo blanco’ de Albaini”, reveló D’aiuto
Durante la intendencia de Albaini, se aprobaron proyectos para la construcción hoteles de tres pisos, se autorizaron grandes desarrollos inmobiliarios y florecieron los dúplex para alquilar o vender. Rápidamente el pequeño pueblo creció hacia distintos sectores.
“En cada terreno te construyen ocho dúplex y lo venden. Así estamos, llenos de obras por todos lados. Ahora dicen que Albaini vendió el último terreno que tenía acá, en el barrio, por lo se viene otra obra, van a nacer otro bodoque”, lamenta la vecina.
De mozo a millonario
La situación económica de Albaini habría mejorado mucho luego de su paso por la intendencia. D’aiuto recuerda que “cuando lo conocí, hace muchos años, era empleado de Paradise, era mozo. Hoy tiene casas en Madryn, una en el barrio más topísimo de Madryn, por ejemplo. Acá tuvo varios terrenos y, aparentemente, los vendió a todos, aunque es difícil de probar porque se maneja con palo blanco”.
“En el terreno que él tenía con su exmujer, que lo coparon, ahora están en juicio con el municipio por usucapión, que está todo bien, les corresponde, pero no solo están peleando por ese terreno, sino se quieren dos terrenos siguientes, justamente uno con salida de la segunda bajada. Y seguramente quiere poner la operadora de Buceo que acaba de comprarle a Pardiñas”, indicó la vecina.
Crisis de los servicios públicos
El rápido crecimiento urbano y sin planificación llevó a Pirámides a estar a punto de colapsar en la prestación de los servicios públicos. Al histórico problema del suministro de agua potable, se le suma hoy el desborde de las cloacas y la escases de energía eléctrica para atender la demanda, lo que provoca cortes reiterados.
“Las cloacas están rebalsadas ya hace tiempo. Hay un sector que se llama el predio de los trabajadores, donde nuestros vecinos viven al lado de una laguna de caca. Ayer se rebalsó, fue todo hacia la segunda bajada entre los vecinos y empleados del municipio desviaron eso, pero la realidad es que nos estamos tapando”, describe D’aiuto.
“El agua un desastre. En la primera bajada directamente no entra una gota. Tenemos vecinos que no pueden ni siquiera higienizarse, andan pidiendo bidones al vecino de al lado o se van a bañar a los de la madre o directamente se van a Madryn”, agregó indignada la vecina.
Para Cárdenas “el pueblo creció lo que no tenía que crecer, por las políticas de nuestros gobernantes anteriores, porque esto no viene de ahora. Y espero que el de ahora pueda frenar un poco, porque si seguimos vamos a terminar muy mal, ya estamos colapsados con las cloacas, con la energía que en cualquier momento también se va a colapsar si seguimos construyendo, porque esto estaba planificado para una cantidad de habitantes estables y para una cantidad de visitantes. Y todo se está yendo al carajo”.