Mark David Chapman tiene 68 años y hace 43 años asesinó a John Lennon en la puerta del edificio Dakota (Nueva York). En agosto de 1981 fue condenado a prisión perpetua y aún sigue recluido en su celda. En 12 oportunidades solicitó que se le otorgue libertad condicional, y siempre se lo denegaron.
“¡Hacelo! ¡Hacelo!”
Dos palabras. En realidad, una sola, repetida. Eso es lo que cuenta Mark David Chapman que oyó en el interior de su cabeza antes de dispararle 5 veces a John Lennon a quemarropa. Todo transcurrió en una trágica ráfaga de apenas segundos, el lunes 8 de diciembre de 1980 en la puerta del edificio Dakota, en la ciudad de Nueva York. Y de ese lunes negro se cumplen hoy 43 años, 43 años en que el nombre de Mark David Chapman entró -tristemente- en la historia universal y como el de uno de los villanos y asesinos más aborrecidos.
Esta confesión -entre otras declaraciones- están incluidas en el documental “John Lennon: Asesinato sin juicio”, estrenado el miércoles 6 de diciembre en la plataforma Apple TV+, aunque -por ahora- solo en algunos países (Argentina no está entre los incluidos).
Se trata de una producción de 3 episodios, dirigida por Nick Holt y Rob Coldstream y que reconstruye aquella congelada noche neoyorquina. Cuenta, además, con la voz en off de Kiefer Sutherland (protagonista de “24″) como relator e incluye documentación exclusiva y testimonios de actores principales de aquella tragedia, entre ellos el abogado defensor de Chapman, David Suggs y Naomi Goldstein, psiquiatra que evaluó por primera vez al asesino confeso.
“Me han disparado”
Esas tres palabras, en tanto, fueron las que salieron de la boca sangrante del ex Beatle antes de desplomarse en la puerta del mismo edificio Dakota. Minutos después, ya en el hospital, constataron que Lennon había muerto casi en el acto. Y también esas tres palabras están reflejadas en “John Lennon: Asesinato sin juicio”
A 43 años de haber asesinado a Lennon, Chapman continúa preso y cumpliendo su condena de cadena perpetua. Y en más de una oportunidad -12, para ser más precisos- sus abogados tramitaron la petición para que salga en libertad condicional. aunque siempre con resultados desfavorables en su objetivo.
ASI VIVE Y ESTÁ HOY MARK CHAPMAN, EL ASESINO DE JOHN LENNON
Actualmente, Mark David Chapman tiene 68 años (tenía 25 cuando asesinó a Lennon) y se encuentra detenido en el Centro Correccional de Green Haven, ubicado en el Valle de Hudson (Nueva York). Ya son 12 las oportunidades en que apeló al beneficio de la libertad condicional. Y en todas se le denegó la solicitud.
Según puede verse en el documental que ya fue estrenado en el Reino Unido, fue él mismo quien, luego de ser detenido en los instantes posteriores al asesinato, confesó que había disparado a Lennon porque “era un farsante”. Y es que hay quienes sostienen que Chapman consideraba a Lennon un farsante, ya que sus canciones se referían a los más desprotegidos y mantenían un discurso de reivindicación, mientras que el artista vivía con lujos y sin necesidades materiales o económicas.
Incluso, hay quienes sostienen -además- que a Chapman, un ex empleado de seguridad muy creyente y católico, ya no le había caído en simpatía aquella memorable frase de The Beatles (antes de separarse) en que dijeron que eran “más grandes que Jesús”.
“Quería ser alguien”, dijo Chapman en agosto del año pasado, con un discurso un poco más alejado a aquel en que definió a John como un “farsante” luego del asesinato. Esta declaración fue en la última audiencia en que solicitó y -por supuesto- se le negó la libertad condicional.
En el documental “John Lennon: Asesinato sin juicio”, así como también en distintos reportes que se han conocido en estos 22 años que lleva Chapman intentando abandonar la prisión, se han difundido fragmentos de sus declaraciones en las distintas audiencias.
“No voy a culpar a nadie más por traerme aquí. Sabía lo que estaba haciendo, y sabía que era malo, sabía que estaba mal, pero quería tanto la fama que estaba dispuesto a darlo todo y quitar una vida humana. Quería ser famoso”, dijo en agosto de 2022 y en la última de las audiencias.
“Hice daño a mucha gente, y si alguien quiere odiarme, está bien, lo entiendo”, sintetizó.
Estas audiencias, en las que la Junta de Libertad Condicional debe determinar si le otorga o no este beneficio a Chapman, se repiten cada dos años. Mientras tanto, el asesino de Lennon sigue recluido en su celda. Mientras tanto, él y su abogado preparan todo para lo que será su décimo tercera audiencia, ya agendada para febrero de 2024.
CÓMO FUE LA NOCHE DEL ASESINATO DE JOHN LENNON
El lunes 8 de diciembre de 1980, a las 22:50, Lennon y su pareja, Yoko Ono, volvían a su departamento en el edificio Dakota. Hacía menos de un mes, el 17 de noviembre de 1980, el ex Beatle había publicado lo que sería su último disco -algo que nadie sabía en ese momento-, “Double Fantasy”, y era un incipiente éxito, ya que marcaba el regreso del británico a la música luego de 5 años, esta vez junto a Ono.
Cuando Lennon y Ono llegaron a la puerta del edificio, se percataron de que los esperaba un hombre, en soledad. Durante todo el día habían permanecido en el lugar muchos y muchas fans, algo a lo que estaban acostumbrados. Pero esa presencia y a esa hora ya resultaba intimidatoria. Era Chapman, a quien John le había firmado, con todo gusto, un autógrafo seis horas antes y en la portada de “Double Fantasy”.
Pero Chapman estaba obsesionado con el artista, y desde hacía años ya. De hecho, si lo había cruzado horas antes -momento en que Lennon firmó el disco y hasta le dio la mano-, era porque este joven de Texas y quien se había mudado a Hawái había montado una guardia especial durante todo el día en el edificio donde vivía el cantante. Y pasaba desapercibido entre decenas de fans del músico de 40 años por entonces.
”En ese momento (NdA: cuando lo cruzó por primera vez aquel día, cerca de las 17), mi parte buena ganó y quería regresar a mi hotel, pero no podía. Esperé hasta que regresó. Él sabía dónde van los patos en invierno, y yo quería saberlo”, declararía Chapman después del asesinato.
Aunque parezca una frase descolgada y sin sentido, esa referencia tiene que ver con el libro “El guardián entre el centeno”, escrito por J.D. Salinger y con el que el asesino estaba también obsesionado. De allí se había inspirado para referirse a Lennon como “farsante” tras asesinarlo, ya que el protagonista de la obra es Holden Caulfield, un adolescente perturbado que ha decidido enfrentar precisamente a los “farsantes”. También es el propio Caulfield quien se pregunta, dentro de la historia, una y otra vez “¿a dónde van los patos en el invierno?”.
Diez minutos antes de las 23 de aquel 8 de diciembre de 1980, cuando Lennon se disponía a ingresar a su edificio, Chapman -quien jamás se había movido de la puerta del edificio- se acercó al cantante. Y, estando a solo 2 metros, disparó en 6 oportunidades contra Lennon con un revólver 38 Special. Cinco de las balas impactaron en el cuerpo del músico.
“Saqué la pistola del bolsillo, le apunté y disparé, los cinco tiros. Sentí que no era yo, pero era yo”, declaró -bajo hipnosis- Chapman durante una audiencia en la que pretendía alegar demencia (al menos esa era su estrategia). En ese momento, Chapman declaró que había visto como Lennon y Ono llegaban al Dakota en una limusina.
“Heridas múltiples en el hombro izquierdo y pecho; en pulmón izquierdo y en arteria subclavia izquierda; hemorragia externa e interna” fue lo que sentenció el certificado de defunción de Lennon aquella misma noche.
En medio de la conmoción por lo que acababa de hacer -asesinar a John Lennon-, Chapman prácticamente no se inmutó. Se quedó en el lugar, a metros del cadáver de Lennon, leyendo “El guardián en el centeno” hasta que llegó la policía. En el acto el asesino fue detenido y ni siquiera opuso resistencia. Ese ejemplar del libro lo había comprado aquella misma mañana, y en sus páginas Chapman había escrito -de su puño y su letra- “Esta es mi declaración”, firmando abajo como “de Holden Caulfield, para Holden Caulfield”.
“Estoy seguro que la mayor parte de mí es Holden Caulfield. El resto de mí debe ser el Diablo” declaró, escuetamente, ni bien fue trasladado a una dependencia policial.
Casi 9 meses después del asesinato, en agosto de 1981, Chapman fue condenado a cadena perpetua (20 años). En agosto de 2001 se cumplieron esos 20 años y, desde entonces, Chapman ha efectuado una docena de solicitudes para que se le otorgue la libertad condicional y hasta ha dicho estar arrepentido de lo que hizo (no sin haber modificado su actitud en infinidad de oportunidades antes). Pero en todas le fue denegada, ya que siguen considerando que no está apto para deambular entre la humanidad y como uno más.
LA CANCIÓN DE LUCA PRODAN A CHAPMAN
En 1989, la banda argentina Sumo presentó su disco “Fiebre”. Se trató de un álbum póstumo para su líder, Luca Prodan, nacido en Argentina, criado en el Reino Unido y radicado en Argentina, y quien falleció en 1987.
El track dos del disco se llama “Callate Mark” y está inspirada y dedicada al inefable Mark Chapman. Es el propio Prodan quien lo describe al inicio de la versión en vivo (única versión en que se grabó el tema).
“‘Callate Mark’ está dedicado al tipo que mató a John Lennon”, la presenta Prodan antes de que comience a sonar la lúgubre melodía.
Aunque pareciera ser un homenaje, en realidad la letra termina siendo una descripción de lo perturbado de la personalidad de Chapman y habla de lo “oscuro” que está en su celda y de lo “frío” de su corazón.
EL RECUERDO DEL HIJO MAYOR DE JOHN LENNON
Julian Lennon es músico también y tiene hoy 60 años, 20 más de los que tenía su padre aquel 8 de diciembre de 1980 en que Mark Chapman lo asesinó disparándole a quemarropa en la puerta del edificio Dakota. Es el primer hijo de John Lennon, y de Cinthya Powell (primera esposa de Lennon). Además, Julian es medio hermano de Sean Lennon, hijo de John y de Yoko Ono, y quien vivía en el edificio Dakota con sus padres en 1980.
Esta mañana, a 43 años del asesinato de Lennon, Julian publicó en su perfil de X (ex Twitter) una foto de su padre y con la frase (en inglés) “De vez en cuando… Te extraño”, y la acompañó con un emoji de corazón. La conmovedora imagen no tardó en sumar millones de reposteos y likes.