lunes, 7 de octubre de 2024

 

Primer puente de Rawson construido de madera

Existen dos versiones encontradas que se hallan firmemente instaladas en la comunidad respecto del puente de hierro y la historia de su llegada a la ciudad patagónica. La primera afirma que la provincia del Chaco habría solicitado al Gobierno Nacional un puente de similares características al de Rawson existiendo un error administrativo en el envío efectuado por Nación, ya que el puente levadizo debió ser para la ciudad de Resistencia y no para la nuestra. El humorista Luis Landriscina suele contar una anécdota sobre el presunto error que se habría cometido.

La otra versión da cuenta que, existiendo los galpones de la Compañía Mercantil Chubut a 200 metros del puente, con un comercio desarrollado, con una ruta pluvial por la cual ingresaban los barcos, bien podría haberse solicitado al Gobierno Nacional un puente levadizo a fin de que los embarques de las cosechas pudieran ingresar a los galpones del comercio para efectuar la carga/descarga de mercaderías y provisiones. Hay quienes aseguran también, como por ejemplo el Centro de Residentes Chaqueños que, aunque el puente es levadizo (su estructura así lo indica), este es el Puente San Fernando que nunca llegó a la ciudad de Resistencia, debido a que el error se originó por tener las dos provincias y sus dos ciudades destinatarias, la misma letra inicial en sus nombres.

Otros aseguran (los más audaces, por cierto) haber visto levantarse el puente para el acceso de las embarcaciones que llegaban desde el mar.

Lo cierto de toda esta maraña histórica cercana a la imaginación popular, es que el puente de la ciudad de Rawson llegó en el año 1917 para quedarse y cubrir un enorme vacío en cuanto a vías de comunicación que 18 años antes había originado la gran inundación de 1899.

Hoy, a tantos años, ha pasado a formar parte del paisaje urbano del habitante capitalino, restándole importancia inclusive a aquél suceso que como todo proceso histórico alberga una infinidad de opiniones enfrentadas que casi siempre se encuentran en la frontera de la memoria colectiva de una ciudad, que con el paso del tiempo, lo integró a su memoria colectiva.

Por Sergio Pravaz para La Voz de Chubut

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