En el proyecto que hizo el padre Vachina, dentro de los 25 días de su arribo, figuraba un salón de enfermería. En sus memorias narra así los comienzos: “Ese mismo mes de marzo (seguramente de 1893), el jefe de policía galense metodista, yerno del pastor Matthews, anglicano, nos envió un gendarme tifoso. Lo alejé para tenerlo aislado, en los altillos de madera en los fondos de la capilla; coloqué a su lado mi cama para atenderlo. “Le hicimos fricciones con trementina y metilo, y se curó prontamente. Lo cierto es que habíamos empezado a cuidar enfermos y pensé que nos veríamos obligados a seguir”. El resumen histórico que el gobernador Tello presentó al Gobierno Nacional en 1895 hace referencia al “Hospital Salesiano”. Estaba constituido, según este informe, y -siguiendo las memorias-, con material cocido y con la tirantería del aserradero del Monseñor Fagnano. El salón medía 16 metros por 8. De día lo atendían las hermanas y de noche, los salesianos.
Reconocimiento en la zona
El 5 de agosto de 1901 el señor Pagliano insistió en que recibiéramos a un peón suyo, galés protestante, que, por el derrumbe del pozo que estaba cavando, se fracturó la pierna derecha y se lastimó la otra. La evolución del paciente fue tan buena, que sin previo aviso y sin que nadie se diera cuenta, a instancias del Pastor de Trelew, “se robaron el enfermo”. Sobre el plano del padre Juan Aceto, el padre Migone, el 21 de septiembre de 1903, inició la construcción del hospital llamado “Buen Pastor”, el primero de Chubut. La crónica de la Casa de Salesiana de Rawson asienta el día 12 de octubre: “Se colocó y bendijo la piedra fundamental del hospital. Leyó el acta el jefe de policía, señor Julio Faugere. Apadrinaron el señor presidente de la república Julio Argentino Roca y el ministro del Interior Joaquín V. González, quienes fueron representados por el gobernador Dr. Julio Lezana.
El nuevo hospital
El nuevo hospital estuvo listo para el mes de julio de 1904, pero el padre Migone dejó su inauguración a su sucesor, el padre Bernardo Vachina. La edificación constaba de un salón de 6 x 14 metros destinado a la internación de varones, 4 piezas para enfermos contagiosos, una botica, un amplio sótano, sala de cirugía con todo el instrumental regalado por el Rector Mayor, don Miguel Rúa, y varios baños terapéuticos. Se había rellenado el terreno con unos 80 centímetros de materiales de modo que estuviera a salvaguarda de futuras inundaciones. Y según apreciación del padre Vachina en 1906 el hospital del “Buen Pastor” era superior al de Viedma.
Vachina cuenta en sus memorias: “El médico era un compatriota italiano. Absorbe el mayor presupuesto, mucho trabajo y graves peligros. Todos los salesianos, indistintamente, deben acudir al reclamo de enfermero. Se corre el riesgo de los contagios, hubo varios y uno de los nuestros murió”.
El 9 de julio de 1912 se inauguró “la sala para mujeres indigentes”.
Episodios edificantes
Entre los enfermos vinieron dos indígenas adultos, desconocedores en absoluto de nuestra fe. Con catecismo indio el padre Milanesio se los fue catequizando y los dos se bautizaron, uno con el nombre de Domingo, el otro con el nombre de Valentín.
“Tres quemados en la explosión petrolera de Comodoro Rivadavia permanecieron curándose en el hospital 405 días. El Consejo Nacional de Higiene pagó a razón de $0.49 por día y por cada uno, es decir $600” (C. del S. Nº 396, página 130).
“El señor Delmonte, Juez de Paz de Tecka, donó para el hospital todo su sueldo” (C. del S. Nª 412, página 194)
“El señor Vitorio Gillio Matté, siempre viene a Rawson, visita a los enfermos y deja $20 de colaboración”.
“El Juez suplente de San Martín, Don Simón Onagoyty, donó sueldo completo de dos meses y días de la suplencia al hospital”.
Libro “Rawson, casa madre del Chubut”.