En 1914 arribó a la región del alto río Senguer el maestro ambulante Isaías Vera. Su escuela la conformaban un carro, un toldo, un pizarrón, algunos bancos y elementos para la enseñanza. A ella concurrían los hijos de los colonos y los indígenas. La gente que conformaría la reserva de Sacamata, armaba sus toldos junto a la escuela ambulante para que sus hijos pudieran concurrir durante los tres meses y medio que el maestro se quedaba en cada paraje.
Para que el viento no molestara a los niños durante las horas de estudio, la gente de Sacamata armaba cercos con ramas en torno a la escuelita ambulante.
Juan Sacamata formó familia con la tehuelche Florinda Chaquila (Kataash). Tuvieron cinco hijos, tres niñas y dos varones: Josefa, Catalina, Cecilia, Santiago y Venancio. Santiago, el mayor, aunque falleció joven dejó un hijo. El sacerdote Lino Carvajal, informaba en 1903 que el yerno de Sacamata se llamaba Juan Lefi y el cuñado T. Chaquila.
En 1919, Enrique Tessart se refirió a la situación de Juan Sacamata, quien ya no tenía gente a su cargo:
“Juan Sacamata, indígena, no es cacique ni tiene tribu, al igual que otros indígenas con idénticos títulos que residen en el territorio” (Tessart, 1920)
Al ocupar los colonos sus antiguos territorios de caza, debieron abandonar su modo tradicional de vida. En consecuencia, para procurarse el sustento, los que integraron su tribu se vieron obligados a abandonar su modo de vida comunitario para establecerse en calidad de pequeños ganaderos. Es decir que la tribu se dispersó por completo.
En 1916 Sacamata construyó un rancho de adobe para cumplir con la Ley que exigía que todo poblador debía introducir “mejoras”, pero continuó viviendo en un toldo hasta el día de su muerte. En el rancho vivían los perros galgos que utilizaba para cazar.
Un informe de la Dirección de Tierras de 1919 ilustra la pobreza en la que vivía Sacamata por aquellos años:
“Juan Sacamata exhibió el permiso de pastaje Nº 5174 por el año 1914 a su nombre, y una copia del decreto del Poder Ejecutivo de fecha marzo 30 de 1915, por el cual se le exime del pago de pastaje por el término de un año y se le permite sacar 50 carros de leña de terrenos fiscales pues sus condiciones económicas no le permiten cumplir con el pago de pastaje.
Manifestó que por encontrarse en situación pecuniaria difícil no puede abonar el pastaje que adeuda desde el año 1916 y solicitaría del Ministerio de Agricultura se le eximiera del pago de Juan Sacamata y su familia la misma forma en que se concedió para el año 1915. Adeuda por los años 1916, 17, 18 y 1919 la suma de 1.280 m/n, por el concepto de pastaje” (Tessart, 1920)
Ese mismo año, varios integrantes de su familia y su tribu, como los Liempichúm, se establecieron en Payagniyeo.
Un nuevo Decreto del Gobierno nacional, del 15 de septiembre de 1925, le otorgó 10.000 hectáreas (4 leguas) a título precario en el paraje Payagniyeo para que liderara una reserva indígena. Dicha reserva comprendía la mitad este del lote 11 y la mitad norte del lote 20 (cada lote comprende una superficie de 10.000 hectáreas -4 leguas-). En ella se concentró a los tehuelches que residían dispersos por las inmediaciones y la tribu volvió a existir.
Sacamata pasó sus últimos días sentado frente a una pequeña fogata que encendía en el centro del interior de su toldo. De tanto en tanto, recibía la visita de algún gringo fascinado con conocer a un rey. Unos estaban de paso y lo observaban con curiosidad, como si estuvieran en presencia de un espécimen exótico que se extingue. Otros, se acercaban para aprender los secretos de los antiguos señores de la Patagonia. Juan Sacamata superó los 90 años de edad.
Sintetizando la historia del cacique Sacamata, se desprende que era originario de la actual región de Tecka y que mantenía buenas relaciones con los galeses. Asimismo, dan cuenta que entre 1883 y 1890 permaneció en Valcheta, conviviendo él y su gente con las tropas allí destacadas.
Entre 1890 y 1897 residió en el valle del Genoa, donde en 1895 se creó Colonia San Martin. En 1897 se mudó algunos kilómetros al sur y se estableció en la zona que se tiende entre el arroyo Shaman al norte y el curso superior del rio Senguer al sur. Para 1903 el número de individuos que conformaban su tribu se había reducido considerablemente. En 1906 se radicó de forma definitiva en el paraje Payagniyeo y en 1910 el Gobierno le asignó 10.000 hectáreas al norte de Colonia Sarmiento, tierras que nunca ocupó. Para 1916 su tribu se había disuelto y vivía sumido en la más extrema pobreza. En 1925 el Gobierno le asignó 10.000 hectáreas en Payagniyeo, con lo cual se reconstituyo su tribu.
Libro “La colonización del oeste de la Patagonia central”, de Alejandro Aguado.