Es muy conocida la habilidad del Secretario General de la Gobernación, Alejandro Sandilo, para succionar calcetines, capacidad desarrollada con años de práctica desde que arribó a la provincia desde su Rosario natal. Pero a su vez, como existe la ley de las compensaciones, se ha rodeado de un séquito de incondicionales, con nombramientos y cargos repartidos a discreción, que están haciendo sus primeras armas en el conocido chupamedismo.
En las reuniones de “militancia política”, nuestro querido rosarino analiza y explica a sus leales seguidores la realidad política, los proyectos y proyección del Frente Renovador a nivel provincial y nacional.
Ante una pregunta de uno de sus fanáticos para que explique cómo puede mantener semejante ritmo de trabajo, empresa, cargo político, y ahora la responsabilidad de conducir la fuerza política del gobierno provincial, el funcionario explicó con mucha tranquilidad: “Yo soy un hombre criado en las riberas del Paraná y ese río majestuoso me atrae, así que cuando hago algún viaje o ‘comisión de servicios’ en realidad me hago una escapada a Paso de la Patria, disfruto del río y mi mayor locura que es la pesca del dorado. Alguna vez me ha acompañado el ‘tapado’ Molina, pero yo siempre voy porque es mi lugar en el mundo.
Los fanáticos del “pelado” entendieron la necesidad del jefe de desenchufarse y además lo felicitaron por salidas de relax sanas y relajantes como la pesca.
Nadie le preguntó si eran viajes con viáticos, porque lo importante es la salud física y mental del hombre que les enseña a militar y además necesita descansar por estar recargado.