lunes, 13 de enero de 2025

El 26 de julio de 1899, es sorprendida la colonia por una inundación que causó considerables prejuicios en el valle, especialmente en la localidad de Rawson, la que, por encontrarse ubicada en la margen del río, fue arrasada completamente. Trelew se salvó del desastre gracias a la Providencia y a los trabajos de defensa que realizaron sus vecinos.

Este desgraciado acontecimiento determinó que el Poder Ejecutivo decretara el traslado de la Capital, con carácter provisorio, a Trelew, y en complimiento de esa resolución, la Gobernación y demás oficinas nacionales, incluso el Banco de la Nación, cambiaron de residencia en el mes de septiembre de 1899. Y como si estas tan acertadas medidas de gobierno aún no fueran suficientes, en 1900 se construyeron los cuarteles para alojar al regimiento 6° de infantería de línea. En 1901, el ilustro hombre de Estado que dirigía los destinos del país, gran visionario de nuestra grandeza, dictó su última disposición, la que traería beneficios incalculables a los territorios del sud, transformando radicalmente toda la región patagónica desde el paralelo 42 hasta el límite con el estrecho de Magallanes, esto es, suspendiendo las operaciones aduaneras, con lo que quedaba virtualmente abierta toda una amplia zona de puertos libres.

Como ya dijimos, en el mes de septiembre de 1889, por resolución del Ministerio de Guerra, se dispone destacar el Trelew una unidad del ejército, y al efecto el transporte “Santa Cruz”, bajo el comando del distinguido capital de fragata don Hortensio Twathes, vastamente conocido y vinculado en la Colonia Chubut, conduce los materiales para la construcción de los cuarteles que debía alojar a la unidad.

Es así como el 18 de junio de 1900 llega a Trelew el regimiento 6° de infantería de línea, de tan rata recordación, el que con un selecto cuadro de oficiales iba a consolidar la obra patriótica de hacer verdadero nacionalismo. Formaban ese cuadro el entonces Teniente Coronel Federico J. Zeballos y su segundo, el Mayo Jauguerriberri; los capitanes Díaz, Sisay y San Martín; los tenientes Pinasco, Mendoza, Alén, Romero, Mujica, Romerio, Bruces, Morales y Bustamante; y los subtenientes Nolasco, Ustariz, Servando P. Gómez, Ciro A. Scotti, Lavandeira, Villafañe y otros cuyos nombres escapan ahora a nuestro recuerdo.

El regimiento 6° de infantería de línea hizo debido honor a su delicada misión, siendo un formidable eslabón en el desarrollo económico, social y cultural de Trelew. En el mes de febrero de 1904, por disposición de la superioridad, fue trasladado a Bahía Blanca.

Estos acontecimientos de destacable significación, transformaron a Trelew en su fisonomía económica y edilicia, concentrándose  en él todas las actividades del territorio desde sus cuatro puntos cardinales. Nuevos comercios con fuertes capitales fueron surgiendo, se construyeron numerosos edificios, y, con la implantación del alumbrado, las aguas corrientes y el teléfono, el pueblo se fue transformando por el arme mágico del esfuerzo de sus habitantes, en una pequeña pero hermosa ciudad,  la que hoy contemplamos con justificado orgullo, y que es el elogio unánime de turistas y pasajeros que a diario la visitan.

El 18 de abril de 1904, se constituye la primera Municipalidad electiva, resultando designados los señores Eduardo F. Williams, Lither Lloyd Jones, Jhon Eduardo Jones, José Berretta y Eduardo Ham y nombrándose Presidente al primero. Unos meses después se da el cargo de Secretario-Tesorero al señor Pedro Casas Flores.

Estos meritorios vecinos se abocaron de inmediato a resolver los problemas que más interesaban al Municipio. Dada la escasez de recursos, y para no gravar con elevadas cargas a vecindario, procedieron con suma cautela y organizaron los servicios más indispensables.

En 1909 se inaugura el servicio de gas acetileno; en 1914 se libra al servicio público las aguas corrientes, que iba  a cambiar el aspecto de Trelew y a librarla de la epidemia de tifus, que todos los años aparecía en la localidad. Más tarde se instalan las líneas telefónicas, y en 1916 se reemplaza el servicio de alumbrado a das de acetileno por el actual alumbrado eléctrico.

En breve tiempo, debido a la intensa labor de la Municipalidad, Trelew se transformó en el pueblo más importante del Territorio y de la costa sud, ya que contaba con importantes obras de servicio público, como alumbrado, aguas corrientes, atención de limpieza, relleno, nivelación y arbolado de calzadas, además del delineamiento de su plaza principal -Independencia- como así también el aumento de caminos públicos generales y particulares en la sección rural. Cabe destacar que toda esta obra de envergadura fue realizada con los escasos recursos propios de la Municipalidad, sin que el Gobierno central votara auxilios de ninguna naturaleza.

Con fecha 20 de abril de 1924, Trelew celebra otro gran acontecimiento. En cumplimiento de la ley sancionada por el H. Congreso, con asistencia del S. E. el señor Ministro de Justicia e Instrucción Pública, doctor Antonio Sagarna, se instala el Colegio Nacional que tantos y meritorios servicios ha prestado a la educación y a la cultura de la juventud patagónica. Varios alumnos egresaros de bachiller de sus aulas se recibieron con calificaciones distinguidas al salir del ciclo universitario, y actualmente prestan señalados y eficientes servicios en nuestra zona.

Y para terminar, diremos que, actualmente, el ejido rural del municipio cuenta con  205 chacras y quintas, valuadas para el impuesto de la contribución territorial en $1.600.000, siendo todas tierras aptas para el cultivo de cereales, hortalizas y frutas en general, entre las que destacamos el de la manzana, que se explota  más intensamente. Todos los productos del valle se colocan ventajosamente en Trelew y en Comodoro Rivadavia, excelente plaza que absorbe la producción de granja, y ya también comienza a cotizarse en los principales mercado de la República.

 

 

Compartir.

Dejar un comentario