jueves, 18 de abril de 2024

El futbolista Amir Nasr Azadani ha conseguido driblar a la muerte en la horca, si bien no ha quedado exento de un duro castigo por parte del régimen iraní. El jugador, que saltó a las portadas de todo el mundo durante el Mundial de Qatar 2022 al conocerse su condena a muerte por haber apoyado las reivindicaciones de las mujeres de su país, se enfrentará finalmente a una condena de 26 años de cárcel.

En un juicio sin garantías, al igual que el resto de acusados por las manifestaciones contra el Gobierno, Nasr Azadani fue condenado por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad nacionales y por unirse a las protestas en favor de las mujeres que comenzaron el 16 de septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, detenida por la Policía de la moral por violar el código de vestimenta islámico. La condena del futbolista provocó la reacción contundente de diferentes organizaciones y jugadores famosos de todo el mundo, que pudieron finalmente influir en el cambio de pena.

17 condenas a muerte
Nasr-Azadani ha salido relativamente bien parado, pues la Justicia iraní ha condenado a muerte este lunes a tres personas acusadas de matar a varios agentes de Policía durante las protestas antigubernamentales. Estas condenas, que pueden ser todavía recurridas, sitúan en 17 el número total de personas condenadas a muerte en relación con las manifestaciones, que comenzaron hace ya más de tres meses.

De estas sentencias, cuatro se han ejecutado y otras dos se encuentran a la espera después de que el Tribunal Supremo rechazara las apelaciones presentadas. Ahora, la Justicia iraní ha señalado que Salé Mirhashemi, Mayid Kazemi y Said Yaqubi han sido condenados también por cometer un «delito contra Dios», conocido como ‘moharebé’, de acuerdo con el Código Penal islámico.

Asimismo, otras dos personas también han sido condenadas por las acciones registradas el pasado 16 de noviembre, cuando tres miembros de las fuerzas de seguridad murieron durante un incidente registrado en el marco de las protestas en la provincia de Isfahán. Entre ellos se encuentra el futbolista iraní, condenado a 26 años de cárcel por su implicación.

En concreto el deportista ha sido imputado por pertenecer a un grupo ilegal e incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país, además de cometer el citado ‘moharebé’, según informaciones de la cadena Iran International.

El quinto condenado, Sohail Jahangiri, ha sido sentenciado a dos años de prisión por atentar contra la seguridad del Estado iraní.

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