jueves, 28 de marzo de 2024

El dato de inflación de 6% en enero deja un mal arrastre para el primer trimestre del año, que los consultores consideran clave para el éxito o el fracaso del equipo económico en su intento de amortiguar el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Con previsiones que rondan el 5,5 o 6% de promedio mensual, los economistas consideran que el año terminará con una medición superior al 95% y cada vez más estudios proyectan tres dígitos para 2023.

La dinámica del primer mes del año llevó al Ministerio de Economía a relanzar Precios Justos y a anunciar un acuerdo de precios para la carne, el producto más sensible para la mesa de los argentinos y, también, para el IPC. En el plano macroeconómico, Economía busca dólares para fortalecer las reservas en medio de la sequía y promete que cumplirá con las metas de emisión monetaria y déficit fiscal pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas acciones, sin embargo, no alcanzan para calmar las expectativas.

Sergio Massa encabezó el anuncio para contener el precio de la carne, con la inflación de enero por encima del 5%.

El consenso del mercado está cada vez más lejos del 60% de inflación anual que se pusieron como meta el ministro Sergio Massa y su secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein. Según la encuesta de Latinfocus de febrero, en la que participan las principales consultoras del país y bancos de la región, el consenso espera un IPC anual del 97%, casi dos puntos superior al relevamiento previo.

Cada vez más firmas proyectan tres dígitos de inflación: entre otras, Banco Galicia (106,3%), Empiria (de Hernán Lacunza, 103,4%), Eco Go (de Marina Dal Poggetto, 117,5%), FIEL (102,7%), OJF y Asociados (108,6%) y Barclays (110,5%). La mediana de respuestas del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central marcó 97,6% anual y un índice mensual que no bajaría del 5,6% hasta mitad de año.

“El dato será muy malo, no solo por el dato objetivo, sino por el anclaje de expectativas, porque romperá la ilusión de llegar al 3% de inflación mensual”, consideró el economista Rodrigo Álvarez. “Con febrero en torno al 5% y marzo, con estacionalidad alta, entre 6,5 y 7%, el primer trimestre, clave para formar expectativas, terminará arriba del 6% mensual”, agregó.

Juan Pablo Ronderos, director de MAP, dijo que “estamos en una economía de 6% de inflación mensual promedio, en el marco de una elevada inercia, una menor disciplina fiscal en la proximidad de las elecciones, mayores presiones salariales y restricciones de oferta por controles sobre las importaciones”.

Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra, consideró que, “con algo de suerte, la inflación podría terminar el año en torno al 90%, unos puntos por debajo de 2022”. En su opinión, el primer trimestre de inflación arriba del 5% deja interrogantes. “La pregunta es si, a pesar de estas cuestiones estacionales, el equipo económico podrá seguir adelante con el plan “poco ortodoxo” de estabilización que había arrancado en el último bimestre de 2022, en el cual las empresas se comprometían a ingresar al programa de precios justos a cambios de poder acceder al mercado de cambios oficial. Pero para esto se necesitan dólares, que hoy escasean”, consideró.

LOS DÓLARES Y LA PREGUNTA POR LA DEUDA
Los especialistas miran la escasez de divisas y la incertidumbre que abrió Juntos por el Cambio sobre la deuda en pesos como motivos que agregarán calor a los precios. Para Giorgio, “la presión sobre el mercado cambiario y el colapso del mercado de deuda local son dos de los mayores riesgos potenciales”.

Y agregó: “Creemos que el Gobierno desplegará su artillería para poder aplacar la inflación de cara a las elecciones: acuerdos de precios, tarifas por debajo de los costos, uso de reservas para intervenir en los mercados de dólares alternativas o tentar a empresas con beneficios de acceso al mercado de cambios, nuevas regulaciones para bancos que impulsen la colocación de deuda en pesos”. Pero “el deseo de un registro mensual que arranque con 3 luce muy complicado”.

Álvarez puso el ojo en el mercado de deuda en moneda local y enfatizó la necesidad de que el oficialismo y la oposición lleguen a un acuerdo. “La diferencia entre un escenario con acuerdo y uno sin es de 40 puntos de inflación. Massa tendría que negociar el déficit fiscal, las reservas, el nivel de atraso del tipo de cambio oficial y, obviamente, la oposición, el cumplimiento de los compromisos en pesos”, dijo. Eso evitaría que haya más tensiones cambiarias que repercutan en la brecha y, por lo tanto, en el Índice de Precios. El escenario de corrida de junio de 2021 es el espejo que podría replicarse, advirtió.

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