martes, 15 de octubre de 2024
Primer pozo de explotación en Comodoro Rivadavia.

MATA MAGALLANES, paraje en el Dpto. Río Sénguer donde existe un importante yacimiento petrolífero. Es punto de convergencia de las rutas que vienen de Río Mayo, Lago Blanco y Comodoro Rivadavia. El nombre proviene del hecho que durante mucho tiempo un individuo de apellido Magallanes vivió bajo unas matas de calafate. Allí existió un comercio de Ramos Generales y hospedaje hasta 1970.

MANANTIALES BEHR, situados a 18 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia. Fueron durante muchos años la fuente proveedora de agua para la ciudad. Cuando fue creada la Dirección General de Y.P.F. se construyó un acueducto para llevar el agua hasta la zona de perforación, que se fue renovando y ampliando con el correr de los años de acuerdo con las necesidades. La actividad generada por la extracción de agua llevó a la formación de un pequeño poblado con su club social y campo de deportes que desapareció con la construcción del acueducto Lago Musters-Comodoro Rivadavia.

MANANTIAL ROSALES, paraje a 8 kilómetros al noroeste de C. Rivadavia donde inició perforaciones para la extracción de petróleo la Compañía Industrial y Comercial de Petróleo en 1921. En 1935 la empresa Petroquímica adquirió la explotación del petróleo en esa área.

MALASPINA: Caleta de entrada profunda entre las penínsulas Gravina y Aristizábal. Le dio ese nombre Juan Gutiérrez como merecido homenaje al jefe de esa notable expedición científica. En su fondo occidental existió un caserío llamado Puerto Malaspina con oficina telegráfica y comisaría, que desapareció con el nuevo trazado de la ruta nacional N° 3.

Cañadón que desciende desde sierra Pelada al golfo San Jorge en bahía Bustamante.

Cerro de 521 metros en la pampa del mismo nombre, noroeste de la caleta, hito natural que separa pampa Salamanca y meseta Montemayor.

Pampa en el Dpto. Florentino Ameghino. Paraje sobre la ruta nacional Nº 3, al sur de Garayalde

Fragmento del libro “Diccionario histórico- geográfico del Chubut”, de Clemente Dumrauf

 

Compartir.

Los comentarios están cerrados