Las situaciones de inestabilidad en cuanto a la tenencia de las tierras, generada por permisos precarios, solicitudes de adjudicación de personas de fuera de la localidad que no estaban ocupándolas, solicitudes de adjudicación de más de una persona sobre el mismo lote, trámites para beneficiar a quienes tenían acceso a las reparticiones públicas o influencias políticas, generaron en la década de 30 procesos de desalojos bastante generalizados en distintos parajes de la zona cordillerana. En el caso de Corcovado, hay testimonios orales de esa situación en el lote 94 donde las familias que lo ocupaban fueron forzadas a irse de sus casas, que habitaban desde más de treinta años. Ese lugar había sido central en la primera época del poblamiento; allí se había asentado Gerardo Steinkamp, las familias Díaz, Pañalaf, Vázquez, Yanquileo y varias otras y allí había funcionado la primera escuela. Expulsados por la fuerza algunos se fueron hacia Cerro Centinela, otros hacia el lado de Carrenleufú, otros al lote 97.
Libro “Corcovado, historias y recuerdos”