Durante el gobierno de Mariano Arcioni se gastaron más de $ 5.000 millones en refacciones a establecimientos educativos, refacciones que en algunos casos se hicieron a medias, otras fueron mal hechas o algunas ni siquiera se llevaron a cabo aunque las empresas cobraron por los arreglos.
Algunas de estas irregularidades fueron denunciadas y terminaron en causas judiciales, como el caso contra la exministración de Educación Graciela Cigudosa que terminó con la condena del exsubsecretario Raúl Care y otras que actualmente siguen en curso.
Claudia Aguilar advirtió en 2021 al Ministerio de Educación que en la Escuela N° 39 de Comodoro Rivadavia, donde era directora, había fuertes pérdidas de gas y solicitó que arreglen el problema porque era un peligro para la salud de alumnos y docente. Unos días después de hacer el reclamo, el gobierno de Arcioni la apartó de su trabajo sin darle explicaciones.
“En mi caso me apartaron sin darme explicaciones precisas el 08/07/21 y, aunque docentes y auxiliares les informaron a las supervisoras que ese mismo día hubo una gran fuga de gas intoxicándose una alumna y una docente, las supervisoras avanzaron en su objetivo. Si bien presenté nota y 4 biblioratos como pruebas, Supervisión me envió a sumarios sin notificarme de esa decisión. Simplemente me apartaron del cargo, hicieron los papeles y decidieron arbitrariamente. Al tiempo se comprobó que yo tenía razón, que había grandes pérdidas de gas que constituían un riesgo importante para todos los que asistíamos. Contrataron una nueva empresa para realizar los trabajos. A pesar de eso, no me reintegraron el cargo”, relató Aguilar.
“El problema es que hay extraños ‘negociados’ con los arreglos de las escuelas. Una de esas empresas se constituyó con posterioridad a mi apartamiento y, coincidentemente, le asignaron la obra de Escuela N° 39″, aseguró la docente.
Y agregó: “Hubo empresas que se crearon exclusivamente para hacer los supuestos arreglos en las escuelas, de un día para el otro aparecía una empresa nueva y el Ministerio le asignaba las obras. Durante el gobierno de Arcioni se gastaron más de $5.500 millones en refacciones de escuelas y hoy muchos establecimientos están igual o peor porque las obras no se hicieron, en algunos casos pintaron o maquillaron un poco para simular que lo habían arreglado y en otros casos no hicieron nada. Pero todas las empresas, según el Boletín Oficial, cobraron”.
En la sesión extraordinaria de Legislatura del lunes pasado tomó estado parlamentario el proyecto de declaración de emergencia de la infraestructura escolar y si llega a ser aprobada en la próxima sesión facultaría a la Secretaría de Infraestructura a realizar contrataciones directas, evitando la burocracia de las licitaciones.
“Es preocupante porque las contrataciones directas habilitan de nuevo la conformación de empresas amigas que se crean de un día para el otro y les asignan las obras. Lo peor de todo es que nadie da explicaciones de los $ 5.500 que ya se gastaron, ¿dónde fue ese dinero? ¿Las obras se van a tener que volver a abonar? Los chubutenses vamos a pagar dos veces por las mismas obras, y me resisto a eso”, sentenció Aguilar.
“También necesito que algún funcionario me explique por qué el ex gobernador Mariano Arcioni anunció la licitación del nuevo edificio para Escuela 39. La legislatura lo incorporó en el presupuesto. Fueron asignados 50 millones para ejecutar en el presupuesto 2022 y, a la fecha, el nuevo edificio no está construido. Si asignaron ese dinero es porque el edificio no reúne ninguna condición de seguridad”, finalizó Claudia Aguilar.