La línea de ferrocarriles conduce hasta Madryn, pasando por la vacía estepa, una pampa árida con escasa presencia de pasto. No hay estaciones a lo largo de todo el trayecto, no hay árbol verde alguno en medio del páramo y no se ven seres humanos en toda esa región. Solo la arena estéril, charcos teñidos con el color de la greda, planicies desoladas, dunas, etc. hasta llegar a la costa del mar. ¡Y Puerto Madryn! ¡Qué dios nos salve! Algunas chozas hechas de chapas onduladas de zinc, unos boliches y bodegas en la playa pelada, eso sería todo.
Puerto Madryn tiene un serio problema de falta de agua. Hay que traer el agua dulce desde una distancia de unos 80 kilómetros, en las cercanías de Trelew. La situación aquí es similar a la de Camarones y Comodoro Rivadavia. Al igual que esos dos puertos, aquel de Madryn no es nada más que un puerto natural. Las pocas obras que se han hecho son completamente insuficientes y el desembarcadero no cumple con lo más mínimo para el actual embarque o desembarque de la mercadería. Hace falta una mejor organización no solo en cuanto al ferrocarril sino también de la navegación a lo largo del litoral. Se evidencia aún una serie de deficiencias.
Me parecería deseable que las líneas de vapores alemanes tratasen de intervenir aquí para mejorar esa situación lo más pronto posible, antes de que otras navieras lo hagan. Por razones evidentes es de esperar que la población galesa- inglesa esté cada vez más empeñada en boicotear a naves alemanas para darles preferencia a las inglesas, por ejemplo la “Pacific Line”. Sabiendo de esa ventaja selectiva, no es de extrañarse que la empresa de ferrocarriles inglesa con su curiosa posición monopolística tenga aquí la última palabra. Analizando a fondo el estado de cosas, no debe ignorarse que Puerto Madryn es un punto clave para los intereses comerciales de la mitad del territorio, es decir desde la costa del océano Atlántico hasta el Corcovado y la comarca del Pico en la cordillera de los Andes, desde el río Senguerr y el lago Fontana hasta Ñorquinco. En otras palabras, la parte más fértil y más bonita de todo el Chubut. Cualquier mercancía que se importe o se exporte por aquí: Lo más cómodo y lo más fácil es que se haga vía Puerto Madryn. No quepa duda alguna que la productividad y el desarrollo económico en la mencionada zona de la cordillera aumentarán para alcanzar dimensiones insospechadas. La naturaleza ha dejado todo listo en todos los aspectos para que así ocurra.
En el año 1894 por ejemplo se exportaron los siguientes productos pasando por este puerto:
Trigo 4.678,2 toneladas aproximadamente
Semillas de alfalfa 17 toneladas aproximadamente
Lana 23 toneladas aproximadamente
Pieles de oveja 3,8 toneladas aproximadamente
Plumas de avestruz 12,9 toneladas aproximadamente
Crin de caballo 10,4 toneladas aproximadamente
Además:
Cebada 169,6 toneladas
Cueros de vacuno 711 piezas
Quillangos 1.872 piezas
Div. pieles y cueros 910 piezas
Diez años más tarde, es decir en 1904, las exportaciones eran las siguientes:
Trigo 355 toneladas
Semillas de alfalfa 101 toneladas
Pieles de oveja 82 toneladas
Plumas de avestruz 3 toneladas
Crin de caballo 11 toneladas
Además:
Cebada O toneladas
Cueros de vacuno 32 piezas
Quillangos 7 piezas
Div. pieles y cueros 114 piezas
Eso se suma un nuevo producto de la agricultura, el pasto seco, principalmente alfalfa. En el año 1904 se exportaron 890 toneladas de ese producto. Es sino otra prueba del cambio en la agricultura del valle del Chubut, del cultivo de trigo y cebada al de alfalfa. Hace 10 años nadie ni siquiera había pensado en la venta de alfalfa hacia el exterior. Los productos y cantidades de la mercancía importada vía Puerto Madryn en 1904, a continuación:
Maíz 28 toneladas
Papas 76 toneladas
Harina 135 toneladas
Carbón de piedra 204 toneladas
Petróleo 54 toneladas
Sal 10 toneladas
Leña/madera 351 toneladas
Cal 24 toneladas
Vehículos 71 toneladas
Alambre 60 toneladas
Cemento 14 toneladas
Varios 2.950 toneladas
Además ese mismo año se importaron por vía del puerto de Rawson:
Lana 300 toneladas
Cueros vacuno y pieles de oveja 80 toneladas
Fragmento de libro “Chubut a caballo por la cordillera y pampa de la Patagonia central”, de Wilhelm Vallentin. El autor nació en Prusia en 1862, estudió en Berlín Ciencias del Estado, carrera enfocada en ciencias políticas, económicas, derecho, administración y sociología. Se doctoró en 1892.