El próximo viernes 13 de septiembre en el Hotel Touring de Trelew, la periodista de Página/12, Irina Hauser, presentará “Muerta o Presa”, el libro sobre el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner.
El evento, organizado por el juez laboral de Trelew, Paulo Konig, y con la participación del presidente de Jornada Medios, Raúl “Bulín” Fernández, genera entusiasmo en el kirchnerismo que renueva sus cuadros y se consolida como oposición para frenar el “avance de la derecha” con Javier Milei y Mauricio Macri a la cabeza.
El organizador, el juez Konig, contó con el apoyo del diputado nacional José Glinski, quien fue invitado por él mismo a participar en la presentación del libro.
La presencia de Glinski, actual pareja de Tamara Pettinato, recientemente envuelta en el escándalo de los videos del expresidente Alberto Fernández en la Casa Rosada, genera debate al interior de la militancia kirchnerista de Trelew, que busca renovar sus mejores cuadros.
En un grupo interno de rechazo al DNU y la Ley Ómnibus Milei, en el que conviven de militantes La Cámpora, referentes de Derecho Humanos, movimientos sociales y dirigentes históricos del peronismo, no faltaron quienes pidieron “desinvitar a Glinski” al considerar que no es el momento de exponerlo.
La discusión subió de tono cuando algunos cuestionaron la “falta de compromiso de Glinski con los trabajadores”, cuando había que salir a la calle a “poner el cuerpo” para impedir que “Milei y su casta” aplicaran las reformas que están haciendo.
Algunos sugirieron, como una salida elegante, convocarlo a Juan Martín Mena, el actual ministro de Justicia y Derechos Humanos de Axel Kicillof – un hombre del kirchnerismo-y guardarlo Glinski hasta que la espuma baje.
No obstante, Konig ratificó su apoyo a Glinski marcando diferencias con las posiciones intransigentes que lo vinculan al extitular de la PSA con el fracaso del gobierno de Alberto Fernández y la alianza con Sergio Massa.
El juez laboral de Trelew señaló que el diputado tiene mucho para aportar sobre el contexto político actual. Se apoyó en un video de Cristina Kirchner en que advierte que “van por los derechos de los trabajadores” y llamó a no desviarse de lo importante.
En medio de esa tensión, intervino la referente de los Derechos Humanos, Silvia Pecci, quien ratificó sus diferencias con Glinski –en un acercamiento con las bases-, pero al mismo tiempo reflexionó que “desinvitarlo” significaría caer en el juego de la derecha.
Pecci –más cerca de Konig- señaló que llegará el momento de dar el debate con Glinski, pero ahora hay que concentrar los esfuerzos en “llenar el Touring” y mostrarle a “los garcas” que Cristina hoy está más vigente que nunca.