viernes, 4 de octubre de 2024

El proyecto convertirá a la Argentina en un jugador global en materia energética, dado que permitirá exportar gas a cualquier país del mundo. Pese a que inicialmente iba a realizarse en Bahía Blanca, la petrolera definió instalarse en Río Negro, primera provincia en aprobar el RIGI.

 

Fin del misterio: la compañía YPF, junto con la petrolera de Malasia Petronas, decidieron finalmente dónde instalarán la planta de GNL.

Estará en el puerto de Punta Colorada, en la provincia de Río Negro. Por lo que finalmente la provincia de Buenos Aires, gobernada por Axel Kicillof, quedó fuera de la carrera. Aunque todavía nadie se lo comunicó oficialmente.

El proyecto, que se llamará Argentina LNG, se transformará en la mayor inversión de la historia, de al menos u$s 30.000 millones.

La información surge luego de haber sido votado por unanimidad en el directorio de YPF. En las próximas horas habrá un comunicado conjunto con Petronas.

En la carrera por dónde iba a ubicarse la planta, Río Negro había sido la primera provincia del país en adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). También lo hicieron algunos de sus municipios, y su gobernador, Alberto Weretilneck, anunció otros beneficios impositivos extras al RIGI.

Previamente, durante la mañana del martes, Rolando Figueroa, el gobernador de Neuquén, el epicentro de Vaca Muerta, había dicho: “Hoy puede ser un gran día para los patagónicos. El puerto en Río Negro será una gran oportunidad para la región”.

Importancia del proyecto
El proyecto será de una importancia histórica para el país. Argentina tiene en Vaca Muerta la segunda reserva de gas no convencional más importante del mundo. Por su posición geográfica, con la construcción de gasoductos, sólo podría llegar a países limítrofes, donde sólo Brasil tiene una demanda importante debido a su entramado industrial.

Licuar el gas, con una planta de GNL, permite que se pueda llegar con el gas de Vaca Muerta a cualquier país del mundo. Pese a todos los problemas económicos que tiene el país, que Argentina sea un territorio de paz es una virtud que ponderan los posibles compradores, que ven cómo el país podría transformarse en un proveedor confiable de energía a precios competitivos. Mucho más luego del devenir de las elecciones en Venezuela.

Sólo de inversión se prevén al menos u$s 30.000 millones. No sólo se debe avanzar en la planta y los barcos, sino en al menos 3 gasoductos para llevar el gas de Vaca Muerta hasta el golfo de San Matías. Cuando esté en su auge, el proyecto abarcará exportaciones de 460 barcos anuales, equivalente a u$s 15.000 millones anuales.

Grieta política
La noticia se transformará en un nuevo eje de disputa entre el presidente, Javier Milei, y el gobernador Kicillof. El presidente de YPF, Horacio Marín, siempre aseguró públicamente que la decisión no iba a ser tomada en términos políticos ni ideológicos. De hecho, la petrolera le pagó a una consultora internacional para que aporte transparencia en la definición. Sin embargo, en las últimas semanas Milei aseguró que era “obvio” que la inversión terminaría en Río Negro, debido a que Kicillof es “comunista” y “expropiador serial”.

Conocida la noticia, desde la Provincia aseguraron: “Entendemos que es una decisión política, arbitraria e improvisada, que es mala para el proyecto porque Bahía Blanca tiene las condiciones técnicas adecuadas, por eso las empresas habían anunciado que se haría allí en 2022”.

Además, agregaron: “No es una decisión contra un gobernador, es una mala decisión para todos los argentinos”.

Por qué Río Negro
Cuando en el gobierno anterior, durante el 2022, se firmó el memorando con Petronas, se había definido que la planta iba a ir a Bahía Blanca. Allí está uno de los puertos más importantes del país y todo el polo industrial petroquímico.

Sin embargo, desde un principio Petronas había pedido como requisito para avanzar con el proyecto una legislación especial. La inversión requiere de un financiamiento millonario, que después necesita ser repagado, condiciones imposibles con cepo cambiario.

El Frente de Todos, en medio de sus internas, se demoró en el envío del proyecto de ley de GNL. Durante las elecciones, en aquel entonces el ministro de Economía, Sergio Massa, aceleró su tratamiento y logró la media sanción en Diputados. El proyecto preveía estabilidad fiscal por 30 años, retenciones 0% y acceso libre a divisas por el 50% de las exportaciones. Por lo que tenía diferencias y similitudes con el actual RIGI.

Pero el proyecto nunca se trató en el Senado. Y sin ley, tampoco se avanzó con Petronas. Fuentes extra oficiales revelaron que Pablo González, ex CEO de YPF, había tenido que viajar a Europa de urgencia para que no se cayera. Con el cambio de Gobierno, la definición del proyecto de GNL quedó en manos de la actual conducción de YPF, a cargo de Marín, un ex directivo de Techint.

Allí fue cuando empezó a considerarse Río Negro. Aunque no lo dijeron oficialmente, la preferencia de YPF era por Río Negro. Por un lado, por cuestiones “técnicas”: si bien hoy no hay un puerto, aseguran que tiene mejores condiciones en cuanto a la profundidad del agua, para el traslado de barcos pesados.

Pero sobre todo, la mirada de fondo es poder establecer, por fuera de Buenos Aires, y en el interior del país, un gran “hub energético”. En Punta Colorada también desembocará el oleoducto Vaca Muerta Sur, que se convertirá en el puerto exportador de petróleo con mayor capacidad de la región, inclusive por encima de Brasil.

Además, aunque sin confirmación oficial, también Pan American Energy (PAE), la mayor empresa privada del país, tendrá en Río Negro su propio proyecto de GNL.

Existe también un tema de confianza. Todo el arco empresario desconfiaba de Kicillof y de que se cumpliera la estabilidad tributaria. De hecho, en medio de la definición, los empresarios petroleros, que se reúnen mensualmente en el Club del Petróleo, invitaron a exponer a Weretilneck, lo que fue leído como un apoyo de los petroleros hacia esa locación.

Además, porque el puerto de Buenos Aires se maneja como un “consorcio”, mientras que plantean establecer el de Río Negro de manera distinta.

Fuente: El Cronista

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