viernes, 4 de octubre de 2024

*Por Sergio Mammarelli

Lo peor de la política de subsidios, no es el despilfarro que cada uno hizo y hace de los servicios públicos, sino que sin darnos cuenta dimos la excusa para que otros lo hicieran peor con ineficiencia, corrupción, mintiéndole a la sociedad y fundamentalmente quedándose con nuestra plata. Si, con nuestra plata que pagamos de tarifa durante más de 30 años.

Si los subsidios hicieron de nosotros unos “derrochones de servicios públicos” (luz, agua, gas, etc), lo peor es que fundamos una verdadera casta en la terminología de Milei. Veamos por qué.?

Porque como los subsidios los pagaba el estado nacional, provincial o municipal, las cooperativas en vez de pagar la energía que compraban, se la gastaron, robaron o mínimamente administraron en forma ineficiente.

Porque como los subsidios los pagaba el estado nacional, provincial o municipal, incorporaron empleados en forma indiscriminada, ineficiente y sin ningún tipo de lógica para empresas modernas y bien administradas.

Porque como los subsidios los pagaba el estado nacional, provincial o municipal, fijaron salarios que ni siquiera el petróleo pagaría en nuestra provincia.

Porque como los subsidios los pagaba el estado nacional, provincial o municipal, arrastraron una deuda multimillonaria de las cooperativas de servicios públicos que hoy asciende a más de $55 mil millones a Cammesa. En el caso de la provincia, esa deuda es de $ 12 mil millones a lo que se agrega una deuda multimillonaria a YPF por el gasoil de las usinas del interior de la provincia.

Cuantos años hace, si recorremos los diarios, que toda la sociedad viene cuestionando a las Cooperativas de Servicios Públicos en la Provincia de Chubut.

Creo que el sinceramiento que propone Milei con las tarifas y el fin de los subsidios en Chubut significará enjuiciar a todo el sistema Cooperativo en sí mismo y la complicidad de los poderes públicos, como primeros responsables de los servicios públicos.

Este enjuiciamiento, hasta desemboque hacia otro modelo distinto del Cooperativo. Sin embargo el problema es ¿Cuál es el modelo superador que el Estado, a través de los gobernantes actuales plantea? Cuáles son las características de ese nuevo modelo que garantice mayor calidad de servicios? ¿Quiénes son los diseñadores de ese nuevo modelo y cuáles son sus antecedentes? ¿Cuáles son los conocimientos y experiencia que les otorgue autoridad intelectual y política para reemplazar más de 50 años de historia de sistemas cooperativos en la Provincia?

No olvidemos que aquellos que deben pensar el nuevo modelo son los responsables de haber aceptado la “formalidad” institucional, por la cual punteros políticos sin conocimientos ni instrucción, en algunos casos, han conducido (o intentado) conducir las Cooperativas de servicios públicos, luego de procesos eleccionarios de indudable legalidad pero de dudosa representatividad. La Provincia del Chubut es la única Provincia que ha mantenido durante décadas un sistema de Cooperativas como prestadora de los servicios, que si bien debemos reconocer detentan los mejores indicadores de prestación en cobertura de habitantes, nos lleva hoy a una quiebra económica del sistema.

Las dudas e interrogantes son muchos. ¿Cuál será el extraordinario sistema de prestación que reemplace a nuestras cooperativas? Acaso será el estado, que todo lo hace mal y caro. ¿Quiénes conducirán la transición? ¿Cuál es la calidad de los servicios que nos proponen?

Resulta imprescindible dar el debate y las discusiones necesarias para tales objetivos. Pero de algo debemos estar seguros. La fiesta se acabó y todos nosotros no tenemos porque pagarla.

*El autor es Abogado laboralista, especialista en negociación colectiva. Ex Titular de la Catedra de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Nacional de la Patagonia. Autor de varios libros y Publicaciones. Ex Ministro Coordinador de la Provincia del Chubut. Magister en gerencia y administración de sistemas y servicios de salud de la Universidad Favaloro.

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