Luego de que el consejo de administración de la cooperativa y el dirigente Maxi Valle dijeran públicamente que la entidad transfirió al Municipio $18 millones en concepto de Tasa de Bomberos, el intendente de Rawson, Damián Biss, intentó aclarar el tema y terminó enredado en mentiras, complicidades y desprolijidades propias de su gestión.
Según relató el intendente, los 18 millones enviados por la cooperativa no se acreditaron en la subcuenta de que el municipio tiene para esos recursos, tampoco hubo una nota formal del consejo de administración de la cooperativa –ni del nuevo ni del viejo- que dé constancia que el dinero pertenecía a la Tasa de Bomberos.
Sin embargo, en una clara muestra de irresponsabilidad absoluta, el intendente transfirió $ 18 millones a los bomberos solo por los dichos de Valle, una persona que ni siquiera es socia de la entidad. No hubo un papel con la firma de un representante oficial ni una constancia legal, solo los dichos de una persona externa a la cooperativa alcanzaron para que Biss transfiera una millonada.
El intendente, visiblemente molesto y desenfocado, arrancó la conferencia de prensa mintiendo, afirmó que no habían solicitado a la Cooperativa los fondos de la Tasa de los Bomberos sino que los últimos días de septiembre reclamaron “verbalmente” algunas deudas de tasas municipales, como Girsu y saneamiento.
Biss, que suele acomodar el cuero para dónde va la manada, olvidó que el 21 de septiembre envió una nota a la cooperativa solicitando que cancelen las deudas con bomberos. La carta fue pública, el reclamo del intendente salió en todos los medios.
Por otra parte, sería muy extraño que el anterior consejo de administración (que eran aliados de Biss en la cooperativa) envíe fondos sin aclarar su afectación u origen ya que no es un boliche de barrio, es la empresa más importante de la ciudad, concesionaria de los servicios públicos. Y peor aún, el propio servicio administrativo municipal que no reclama ni consulta origen y aplicación de los fondos recibidos.
Aquí hay dos posibilidades claras: o la administración de la cooperativa y Hacienda municipal son un desastre, que no tienen ningún control, o se manejaban de esta manera adrede para poder disponer de los fondos discrecionalmente sin control ni destino.
Conciliación de deuda
Luego de cuatro años de “relaciones cercanas”, de afectuosos intercambios de halagos con los directivos de la cooperativa, ahora ante este nuevo Consejo de Administración Biss afirma: “Estamos conformando un equipo de trabajo y vamos a mandar una nota para solicitar a la cooperativa eléctrica hacer una conciliación de la deuda de la tasa de bomberos y de todas las tasas municipales y ver, a partir de esa consolidación de la deuda, de qué manera va a hacer frente a esta deuda que mantiene en concepto de tasas municipales”.
El intendente muestra a las claras que mientras sus socios controlaban la cooperativa no había apuro en los depósitos, ni en los montos y mucho menos se hacían verificaciones ni conciliaciones. Ahora, en cambio, habrá firmeza en el control.
Las palabras de Biss son claramente acusatorias contra el anterior consejo de administración y reconoce la propia ineficiencia de su propia administración que no tiene idea que acreencias existen ni deudas pendientes de reclamo. Recién después de cuatro años van a hacer una conciliación de deuda. Todo es muy llamativo.
Después de estas pobres explicaciones sobre lo importante, Biss desgrana temas más propios de un programa de chimentos que a los de un intendente: “En los últimos días recibimos mensajes de empleados de la cooperativa muy preocupados por la situación que están atravesando, hay personas que no tienen que ver con el Consejo de Administración recorriendo las oficinas, solicitando información y cambiando cerraduras “, reveló.
El intendente no entiende que hay un nuevo consejo de administración que tiene la facultad de designar a personas de confianza para que recaben información, pidan documentación o cambien cerraduras. A esos actos que el intendente ve como ” UN RIESGO INSTITUCIONAL IMPORTANTE”, son actos normales de administración decididos por una consejo que a accedió al control en forma democrática y legal.
En definitiva, lo que Biss ve como un riesgo institucional importante no es más que el pleno ejercicio de la democracia, donde las autoridades se renuevan con el voto y quienes llegan designan a personas para que revisen el estado se situación de la entidad. Alguien que es presidente de la UCR provincial y que pregona las ideas de Alem, Yrigoyen y Alfonsín no debería asustarse por estas cuestiones.
De todas maneras, los nuevos dirigentes cooperativos deben hacer una auditoria seria, con gente especializada, que cuente con conocimientos técnicos y base científica. Con ella surgirán los verdaderos problemas y aparecerán grandes sorpresas sobre el manejo de la cooperativa en los últimos años.
Mientras se manejen con chusmerios de los propios empleados y con personajes menores que piden documentación y cambian cerraduras, los anteriores directivos y el intendente podrán estar tranquilos porque no van a descubrir más que algunos viáticos, sueldos desmesurados y gastos impropios en café.