La fiscal María Bottini, a cargo de la investigación por el atentado incendiario en la estancia Amancay y el incendio en el campo de la familia Aguado, brindó detalles sobre el estado de ambas causas y las hipótesis que se manejan. Adelantó que en los próximos días realizarán allanamientos.
El atentado en la estancia Amancay
El ataque ocurrido el 18 de enero a la medianoche tuvo como objetivo camiones y maquinarias de la estancia Amancay. Según la fiscal Bottini, la investigación ha avanzado significativamente, determinándose que el incendio fue intencional y que se habrían utilizado bombas molotov. Además, un perro especializado en detección de acelerantes confirmó la presencia de al menos dos personas en el lugar.
Un grupo denominado “Facción Autónoma de Liberación Mapuche” reivindicó el ataque a través de un comunicado difundido por una radio de Temuco, Chile. Sin embargo, según Bottini, el grupo no se adjudicó directamente el hecho, sino que “manifestó su apoyo a este tipo de acciones”. A partir de este comunicado, se abrió una línea de investigación específica, aunque no se descartaron otras hipótesis.
Según la Fiscal, la investigación se ha centrado en la planificación del ataque, dado que los responsables conocían el lugar, los horarios y los accesos. “No fue un hecho al azar”, aseguró.
El trabajo en el caso ha sido coordinado con especialistas en Derecho Ambiental y con equipos de la Policía Federal, además de la Policía de la Provincia, lo que permitió destrabar algunas hipótesis y avanzar en la causa. “No puedo adelantar mucho pero en los próximos días realizaremos allanamientos”, aseguró.
El incendio en el campo de Aguado: “Los testigos identificaron a Quilaqueo”
Otro episodio bajo investigación es el incendio ocurrido el 26 de enero en el campo de la familia Aguado. En este caso, el fuego generó importantes daños y dejó a una persona hospitalizada con quemaduras graves.
Según la fiscal, la investigación pudo determinar que el incendio fue provocado intencionalmente con acelerantes. La persona herida, identificada como Héctor Quilaqueo, pertenecería a la comunidad Nahuelpan y, según testigos presenciales, fue quien inició el fuego. Aún se discute si el acto fue doloso o un caso de negligencia, pero Bottini destacó que el contexto y las condiciones climáticas hacían previsible la propagación del incendio.
El conflicto entre la familia Aguado y la comunidad Nahuelpan por cuestiones de tierras es un factor relevante en la investigación. En el pasado, hubo causas judiciales entre ambas partes, incluyendo una condena en primera instancia por usurpación que luego fue revocada.
Las investigaciones sobre ambos incendios revelan un trasfondo de conflictos y tensiones en la región. Mientras que en el caso de la estancia Amancay se apunta a una acción planificada con tintes ideológicos, en el caso del campo Aguado se observa un conflicto territorial con antecedentes de disputas legales y enfrentamientos entre las partes.