La reciente suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) abrió un debate sobre el futuro del sistema electoral y el impacto que tendrá en la selección de candidatos. Alejandro Tulio, secretario electoral de la provincia, brindó su visión sobre las implicancias de esta decisión y el posible regreso a las internas partidarias.
“Antes de 2009, los partidos determinaban sus candidaturas de distintas maneras: algunos a través de internas abiertas, otros mediante congresos partidarios o incluso por decisión de la dirigencia. Esa heterogeneidad generaba problemas, ya que muchos dirigentes disconformes con el proceso terminaban compitiendo por fuera de la estructura partidaria, multiplicando la oferta electoral de forma desordenada”, explicó a LU20.
El secretario electoral destacó que, si bien las PASO tenían defectos, también lograban organizar la competencia política. “Permitieron tres cosas fundamentales: fomentar alianzas políticas, garantizar la participación de sectores con menos recursos y establecer una fecha límite para la definición de candidaturas, evitando fugas y fracturas internas”, aseguró.
Debate sobre el futuro del sistema electoral
Tulio reconoció que el sistema de las PASO podría haber sido reformado en lugar de ser suspendido. “Tal vez era necesario dejar de aplicarlas en las elecciones legislativas y concentrarlas en las candidaturas presidenciales y otros cargos ejecutivos. Además, podría haberse revisado la forma en que se conforman las alianzas políticas”, sostuvo.
“Ahora dependerá del próximo Congreso decidir si se retoman o si se implementa otro mecanismo. Lo preocupante es que muchos de los argumentos usados para eliminarlas fueron falsos. Se dijo que no servían para nada, cuando en realidad permitieron una renovación política significativa”, agregó.
Para el funcionario, la eliminación de las PASO refuerza el poder de las estructuras partidarias tradicionales. “Cuando algunos dicen que esto es una medida contra la casta, en realidad ocurre lo contrario: se le devuelve el poder a los aparatos partidarios. En vez de mejorar el sistema, se suprimió un mecanismo que ayudaba a transparentar la competencia. Luego, no nos sorprendamos si la ciudadanía percibe la política como un ámbito de conductas anómalas o corruptas”, advirtió.