La producción ovina en Telsen enfrenta una crisis muy preocupante. En los últimos 20 años, la cantidad de cabezas de ganado en la región descendió de 180.000 a menos de 5.000, lo que evidencia el abandono progresivo de la actividad. Así lo confirmó Pablo Castro, jefe comunal de la localidad, quien advirtió sobre el alarmante declive del sector y expresó que hay que encontrar nuevas alternativas de producción.
“Hace dos décadas, Telsen tenía alrededor de 180.000 ovejas. Hoy, en todo el departamento, no deben quedar más de 5.000”, señaló Castro. La drástica reducción del stock ovino ha ido de la mano con la desaparición de productores, tanto pequeños y medianos como grandes, que han optado por dejar la actividad ante la falta de rentabilidad y las condiciones adversas.
Las razones detrás de este éxodo productivo son múltiples. “La sequía prolongada ha reducido la disponibilidad de pasturas, lo que encarece la manutención del ganado. A esto se suma la crisis económica, que ha afectado severamente la rentabilidad del sector, y la proliferación de depredadores naturales como el puma y el jabalí, que han aumentado en número debido al despoblamiento de los campos”, detalló el jefe comunal.
“Antes había más productores que depredadores. Hoy es al revés: hay más predadores que productores”, explicó Castro, señalando que este desequilibrio ha acelerado la migración del sector productivo.
Búsqueda de alternativas
Frente a este escenario, algunos productores han intentado diversificar su producción, incorporando la cría de ganado vacuno. Sin embargo, como advierte Castro, “los campos de la meseta no están preparados para la cría extensiva de vacas”, lo que hace inviable la actividad a gran escala.
El jefe comunal propone un modelo de producción con menor cantidad de ovejas por productor, pero con mayor cantidad de productores. “Se podrían tener 150 ovejas por productor, pero el problema es que con menos de 400 o 450 ovejas apenas se alcanza la rentabilidad”, indicó.
Para Castro, la única salida viable es una política de cooperación entre el sector público y el privado. “El productor solo no va a poder. Si el Estado no invierte, la producción no va a progresar”, sostuvo. Entre las medidas sugeridas, se plantea la posibilidad de que el Estado subsidie parte del costo de la mano de obra, facilite la reinversión en majadas y promueva programas de repoblamiento ovino.
Un futuro incierto
Mientras tanto, la realidad en Telsen es desoladora: apenas quedan entre 7 y 8 productores en los campos. “No tengo el número exacto, pero son muy pocos los que resisten”, afirmó Castro. La desaparición del sector ovino en la región no solo representa una pérdida económica, sino también un golpe a la identidad productiva del interior provincial. Sin un plan integral que revierta esta crisis, el éxodo rural parece estar lejos de detenerse.
2 comentarios
Totalmente de acuerdo y saldría un sub producto de yeso industrial.
Pero Telsen tiene minerales económicamente rentables no entiendo estas cosas de mi Provincia adoptiva. vaya a saber porqué.