sábado, 5 de julio de 2025

Problemas de espacio y de aglomeramiento de público se veían a diario, a la hora del cierre de los buzones con alcance a la vía aérea hacia el norte, en la oficina local de Correos y Telégrafos. A las numerosas quejas que se oían a doquier, la Jefatura del 23º Distrito con asiento en Rawson, hizo llegar a la prensa local, en contestación a un suelto aparecido en “El pueblo” del 20 de noviembre de 1942, una nota en la que informaba que “la Repartición no cuenta con ningún terreno en nuestra localidad, como para construir el edificio en el que, por justicia e imperiosa necesidad, debiera tener una oficina de la categoría e importancia cual es la de Trelew”.

Sobre el particular, el comentarista del semanario “El Pueblo” manifiesta lo siguiente: “Estamos conformes con la aclaración, pero seguimos preguntando. ¿Hay derecho a que nuestro pueblo carezca de una Oficina de Correos y Telégrafos adecuada a la importancia de la población, al desenvolvimiento comercial y al movimiento mismo de cartas, encomiendas, postales, giros, telegramas y demás asuntos de su incumbencia?”.

“Aquí donde el valor del terreno nunca fue excesivo, donde la Compañía The Port Madryn Ltda. supo otorgar gratuitamente terrenos para instituciones diversas, creemos que con un poco de previsión y patriotismo, alguna autoridad debió solicitar en cesión, gratuita o a un precio conveniente, una extensión de tierra dentro del perímetro urbano, para levantar el edificio urgente reclamado por las razones ya invocadas, donde funcionaría la dependencia postal y telegráfica aludida”.

“Todavía hay tiempo para subsanar la falta apuntada”.

 

Fragmento del libro “Trelew, un desafío patagónico”, de Matthew Henry Jones (El Regional)

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