martes, 15 de julio de 2025

La crisis económica golpea con fuerza a los municipios de la cordillera chubutense. La falta de recursos genuinos, la baja de ingresos por coparticipación y la presión de gastos salariales dejaron al borde del colapso a varias comunas. El caso más crítico es el de Cholila, donde los trabajadores municipales, representados por el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales de Esquel y Zona Oeste (SOEME y ZO), iniciaron una retención de servicios por la falta de pago del sueldo de junio.

“Anunciamos la retención de servicios porque más allá de que el viernes a la tarde, el municipio depositó el 70 % del salario, la situación sigue siendo insostenible”, informó Antonio Osorio, secretario general del SOEME.

. Mientras tanto, el clima en Cholila es de tensión e incertidumbre. No se trata solo de la demora en los pagos: según denunció Osorio, hay incumplimientos en el depósito de cuotas alimentarias y deudas bancarias que generan intereses o perjuicios legales a los empleados.

La situación en Cholila no es aislada. Según Osorio, hay varias localidades del oeste provincial en condiciones similares o incluso peores:

“Los municipios más chicos, como Gualjaina, Paso de Indios o Cholila, están en situación crítica. Prácticamente viven de la coparticipación y no tienen recursos propios. Si eso se retrasa o cae, entran en cesación de pagos.”

“En Paso de Indios, por ejemplo, la recaudación municipal anual es de apenas 63 millones de pesos”, lo que vuelve inviable cualquier margen de maniobra. “Ahí no pueden ofrecer ni un aumento salarial para el segundo semestre”, indicó.

El drama del salario municipal

Los sueldos de los trabajadores municipales son bajos. Según precisó Osorio, un trabajador promedio en Cholila gana entre 570.000 y 600.000 pesos mensuales, y algunos casos puntuales, con categoría y adicionales, llegan a 800.000. Sin embargo, con el 70 % depositado, muchos empleados quedaron con ingresos netos por debajo de los 420.000 pesos, mientras los aumentos paritarios siguen siendo una incógnita.

“Estamos a mitad de mes y no se completó el pago de junio. Los trabajadores no saben si continuar con la retención o salir del paso con lo que hay. Pero esta situación no puede sostenerse”, advirtió Osorio.

El dirigente sindical remarcó que el problema no es nuevo. Asegura que los presupuestos municipales vienen arrastrando un esquema insostenible: en varias localidades, la masa salarial representa una proporción altísima en relación con la población y los recursos disponibles.

“El municipio termina siendo el único motor de la economía local. Sin recursos propios y con una coparticipación que llega tarde o ajustada, los intendentes no tienen forma de cumplir. Es un esquema que no se corrigió en años”, expresó.

Aunque algunos municipios como Esquel o Lago Puelo tienen cierta capacidad de recaudación propia, “ninguno nada en la abundancia”, aclaró Osorio. “Salvo Esquel, que tiene cinco masas salariales de respaldo, el resto está cumpliendo pero muy justo.”

La respuesta sindical frente a la crisis es compleja. Osorio admite que frente a la falta de dinero, las medidas de fuerza tienen un límite de efectividad:

“Les digo a los compañeros: si no hay plata, no hay con qué pagar, aunque hagamos paro. En el corto plazo no vemos una salida. Quizá en tres o cuatro meses se pueda mejorar algo, pero ahora no hay margen.”

La paradoja, según el propio sindicalista, es que incluso la Cámara de Comercio local está de acuerdo en que los trabajadores necesitan aumentos, porque sin consumo local, también el comercio se ahoga.

“Es la primera vez que trabajadores y comerciantes coincidimos tanto. Pero la pregunta es: ¿Cómo se resuelve? El problema es estructural, no de voluntad”, cerró Osorio.

 

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