sábado, 26 de julio de 2025

 

A más de una década del crimen de Rodrigo Colihuinca, el caso que parecía destinado al archivo por falta de pruebas dio un giro inesperado en 2024 con la confesión espontánea de un joven que aseguró ser el autor del homicidio. Esa declaración, según confirmó el fiscal Fabián Moyano, no sólo reactivó la causa sino que permitió avanzar en la identificación de otros dos participantes del hecho ocurrido en 2012. La fiscalía se prepara ahora para presentar la acusación formal y avanzar hacia un juicio oral.

“Durante años investigamos con muy pocas posibilidades de esclarecimiento. No había pruebas ni indicios concretos. La causa estuvo estancada”, admitió Moyano. Pero la situación cambió de forma radical cuando Brian Huenchullán Muñoz, un joven que al momento del crimen tenía 16 años, se presentó voluntariamente en una comisaría y confesó haber asesinado a Rodrigo. “Dijo cómo lo hizo, con qué elemento, y la descripción coincidía con la escena: un cuerpo decapitado, hallado en un predio, con partes separadas por un paredón”, detalló el fiscal.

La investigación posterior permitió vincular a Huenchullán Muñoz con el lugar del hecho -vivía a solo cuatro cuadras- y se le secuestraron trece celulares similares al que le habían robado a la víctima. “Sumamos indicios firmes para sospechar que es uno de los autores”, explicó Moyano.

Lo más relevante fue que en su declaración, el joven aseguró no haber actuado solo. Eso llevó al equipo fiscal a rastrear a su grupo de pertenencia, una banda que en los años 2012 a 2014 cometía robos violentos en la zona. Allí lograron identificar a una segunda persona, un menor de 15 años al momento del hecho, cuyo ADN fue hallado en cabellos sobre el cuerpo de la víctima.

“Ese menor no puede ser imputado penalmente por su edad, pero su participación sí podrá ser descripta en el juicio”, aclaró Moyano.

La fiscalía cuenta también con dos cabellos más, pertenecientes a una tercera persona aún no identificada. “Estamos cotejando con un grupo de siete sospechosos que integraban la misma banda. Si alguno da positivo, cerraríamos el círculo”, anticipó. Si las pericias previstas para agosto no arrojan resultados, Moyano igualmente avanzará hacia el juicio con los dos autores ya identificados.

La causa, que estaba a punto de prescribir en 2027, tomó así un nuevo impulso que permitirá llevar el crimen a juicio oral. “Antes de octubre vamos a tener todos los elementos para presentar la acusación”, aseguró Moyano. La formulación se hará ante un juez, quien deberá evaluar la prueba y habilitar la etapa de juicio. Por tratarse de un imputado menor de edad al momento del hecho, no será un juicio por jurado, sino ante un tribunal profesional de tres jueces.

“La causa no se cerró. Va a haber juicio, y los jueces deberán decidir si estas personas son culpables o inocentes”, concluyó el fiscal.

 

Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20, de LU20

 

Compartir.

Dejar un comentario