Río Mayo se prepara para celebrar sus 90 años de vida institucional este fin de semana, en un aniversario que no solo tendrá un fuerte componente político por la posible presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, sino que también deja al descubierto una realidad incómoda: la histórica producción ovina que dio identidad y trabajo a la región atraviesa una de sus crisis más profundas.
Rolando Hutnik, productor de la zona, describió un panorama alarmante: “El productor acá en realidad estamos mal. Ya venimos mal hace años. El año pasado tuvimos muchas pérdidas, no hubo buenos porcentajes de señalada y encima la lana no vale. Con qué pagar la esquila, entonces”, se preguntó.
La paradoja es evidente. Río Mayo es sede cada verano de la Fiesta Nacional de la Esquila, pero sus campos, que antes albergaban majadas de miles de animales, hoy están despoblados. “Estancias que tenían 5.000 ovejas ahora quedaron con 200 o 300. En la zona no hay hacienda. Lo que uno encuentra al costado de la ruta ya no son ovejas, son guanacos y zorros”, lamentó Hutnik.
El productor también señaló el avance de los predadores como un factor clave en la caída de la actividad. “El tema está descontrolado. Cuando no quedan corderos, los zorros matan animales grandes. A una comunidad vecina no le dejaron ni un cordero vivo, hoy apenas tienen 60 ovejas encerradas junto a la casa”.
La ecuación económica tampoco ayuda: la baja rentabilidad de la lana, los costos de esquila y la dificultad de mantener personal rural terminaron por desalentar la actividad. Muchos productores vendieron sus campos o directamente los cerraron. Los que resisten, como Hutnik, lo hacen a pulmón. “Tengo 800 animales nomás. Es un campito chico, podría tener 2.000, pero no alcanza. Lo sigo manteniendo porque me gusta, todavía ando cazando zorros y luchando con lo que hay”, contó.
En este contexto, el aniversario de Río Mayo aparece como una oportunidad para que las autoridades nacionales y provinciales tomen dimensión del problema. “Estamos todos a la espera de qué respuesta nos trae la vicepresidenta. Nosotros acá, por lo chiquito, no podemos hacer nada. Estamos atados de pies y manos”, concluyó el productor.
Nota elaborada en base a declaraciones a LU20