La administradora del puerto de Comodoro Rivadavia, Digna Hernando, volvió a reclamar al municipio para que restituya las 55 hectáreas originalmente asignadas por ley nacional a la zona franca, que en la actualidad forman parte del Parque Urbano Ambiental en la zona sur de la ciudad.
Según explicó, la creación de la zona franca contemplaba dos espacios: ocho hectáreas entre el puerto y el aeropuerto –que se mantienen bajo esa condición– y 55 hectáreas adicionales reservadas en el Parque Industrial Provincial, destinadas a la radicación de industrias vinculadas a la actividad portuaria.
“Pasado el tiempo, algún funcionario provincial cedió esas tierras a la Municipalidad de Comodoro, que instaló allí el Parque Urbano Ambiental, donde hoy funcionan la planta de Urbana, una escombrera y la planta asfáltica. En definitiva, la zona franca se quedó sin esas 55 hectáreas”, explicó Hernando.
Una herramienta para atraer inversiones
Desde el comité de vigilancia de la zona franca, que Hernando integra, sostienen que recuperar esas tierras es clave para poder atraer inversiones y desarrollar la pata industrial del régimen, con la consecuente generación de empleo en la ciudad.
“Estamos pidiéndole al intendente la restitución de 55 hectáreas en algún lugar del ejido municipal, que reúna las condiciones para este tipo de emprendimiento. No puede estar dentro de la trama urbana, porque hablamos de un sector industrial”, remarcó.
Hasta el momento, no hubo avances en la negociación. “Lamentablemente nadie respetó la asignación específica que tenían esas tierras, ni la municipalidad solicitando el espacio ni la provincia que lo otorgó. Era obligatorio restituir un sitio similar, y eso nunca ocurrió”, agregó.
La disputa por las tierras refleja una deuda pendiente de más de dos décadas: la zona franca de Comodoro nunca logró desarrollar su sector industrial. En parte, por el incumplimiento de los concesionarios anteriores, que no realizaron las inversiones comprometidas; y en parte, por decisiones administrativas que desviaron el destino original de las hectáreas reservadas.
Para Hernando, resolver este punto es fundamental: “Si no tenemos un espacio industrial adecuado, la zona franca no puede cumplir con su objetivo de generar trabajo y atraer nuevas inversiones. Comodoro necesita esa herramienta”.
Obras y movimiento en el puerto
En paralelo al reclamo, Hernando destacó que se vienen ejecutando múltiples obras en el predio portuario. Entre ellas mencionó el reacondicionamiento de cercos y limpieza del recinto de la zona franca, la elaboración del proyecto ejecutivo para un cierre definitivo hacia el mar en la zona norte, y la puesta en marcha del astillero, que debió resolver problemas de suelo para la instalación de rieles.
También se avanza en mejoras de infraestructura básica, como veredas, parquización y señalización horizontal y vertical, y se cedió un terreno al sindicato de estibadores (SUPA), donde se construye su sede local.