El empresario Celso Pontet se refirió al debate abierto por la reforma laboral que impulsa el presidente Javier Milei, y sostuvo que las modificaciones deberían apuntar a “bajar el costo laboral sin bajar los sueldos”, es decir, reducir las cargas impositivas y contributivas que encarecen el empleo formal.
“Hay muchas cargas que hacen que el empleado gane poco y al empresario le cueste mucho. Esta es la realidad”, afirmó.
INDEMNIZACIONES, VACACIONES Y APORTES SINDICALES
Pontet explicó que uno de los principales problemas del sistema actual son las indemnizaciones por despido, que calificó como “muy gravosas” y que, a su juicio, “llevan al empresario a tomar gente informalmente”.
“Con eso se evitan vacaciones, aportes, cargas sociales, pero el empleado termina siendo el perjudicado porque no tiene obra social ni jubilación”, señaló.
El empresario consideró necesario revisar el régimen de licencias: “Treinta y cinco días de vacaciones es una barbaridad. Mis empleados casi ninguno se los toma. Si lo hacen, los demás pretenden cobrarlos. Todo eso repercute en los costos finales de lo que uno produce”.
También cuestionó los aportes sindicales compulsivos, que calificó como “un costo que no beneficia ni al empleador ni al empleado”. “Un 4 % del salario va al sindicato que no le ofrece absolutamente nada al trabajador. Es una barbaridad lo que se le saca al empleado y, si no, lo paga el empresario. Para sostener gente que no trabaja y que ni siquiera defiende los intereses de los trabajadores”, expresó.
“TODO ESTÁ ATADO”: EMPLEO INFORMAL Y CRISIS PREVISIONAL
Pontet vinculó la alta informalidad laboral con el desequilibrio del sistema previsional. “Muy pocos aportes para muchos jubilados. Si no hay generación de empleo en blanco, difícilmente el sistema previsional pueda salir del estado de quiebra en que se encuentra”, advirtió.
A su juicio, “las obras sociales también se hacen muy costosas para la poca cantidad de aportantes” y “el Estado termina absorbiendo más empleados de los que necesita, lo que repercute en los impuestos que pagan las empresas”.
“LA REFORMA TRIBUTARIA TAMBIÉN ES URGENTE”
Además de la reforma laboral, Pontet coincidió con la necesidad de simplificar el sistema tributario argentino, al que calificó de “complejísimo y caro”.
“Hoy cualquier monotributista necesita un contador para que le lleve los papeles. Debería ser más simple, algo que pueda manejar una persona con educación secundaria. No hablo de empresas, sino de pequeños emprendedores”, explicó.
El empresario reconoció que sus planteos pueden resultar impopulares, pero aseguró que habla desde su experiencia. “Usted no está hablando con un político. Estoy diciendo lo que pienso que debe ser si queremos prosperidad, más allá de que sea impopular”, expresó.
Contó que en otras oportunidades le ofrecieron ocupar cargos públicos, pero que los rechazó: “Me han ofrecido ministerios en la provincia y nunca acepté porque consideré que no estaba capacitado para eso en su momento”.

