martes, 11 de noviembre de 2025

Cuentan antiguos pobladores de la zona que en tiempos en que el ferrocarril era administrado por Cuthbert Tempest Alt llegó de Sudáfrica, un señor llamado Smart a ocupar la secretaría del mismo. Como venía de remotos países con distintas costumbres, trajo consigo a su lacayo, un negro joven, alto, muy fuerte y a su silla-carrito que en otros países llaman “Rikcha” y con la cual se hacía pasear por el joven negro por las calles de Madryn.

Esto resultaba chocante a la manera de vida de este país, no le gustaba a nadie el ver al joven negro corriendo descalzo, tirando de un carrito en el que viajaba muy cómodo su amo.

Como resultado, se formalizó una reunión entre comisario, subprefecto y personas prominentes del pueblo y se resolvió informar a Mister Smart de lo desagradable que resultaba para la población el contemplar este tipo de transporte, aunque en otros países del mundo fuera muy popular. Informado el señor Smart, con la mejor de las sonrisas contestó: -Está bien, no hay problema, en el próximo vapor cambio de medio de transporte.

Y así fue. Un barco de ultramar trajo una magnífica carroza negra brillante y a sus dos caballos negros. Desde entonces Mister Smart, se hacía pasear por las calles de Madryn en su negra carroza tirada por dos caballos negros, conducida por el negro Gerónimo totalmente uniformado de negro, con su alta galera negra y guantes negros sobre su negra piel.

 

Texto de “Relatos del Chubut Viejo” – Juan Meisen Ebene

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