El presidente de la Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia, Andrés Fajardo, puso en números una crisis la crisis que atraviesa ese sector: el 50% de los establecimientos ganaderos de Chubut está inactivo. De los 3.222 campos registrados, la mitad ya no produce.
El dato surge de la Encuesta Pecuaria y los registros oficiales de SENASA, y expone una radiografía preocupante: despoblamiento rural, colapso de la rentabilidad y proliferación de fauna silvestre en zonas productivas.
“Es terrible, el despoblamiento rural viene avanzando año a año y lo vamos viendo”, sintetizó Fajardo, quien explicó que el abandono de los campos se debe mayoritariamente a la baja en la rentabilidad.
Fajardo explicó que muchos productores directamente no pueden sostener la actividad: baja de precios en dólares, brecha cambiaria, costos crecientes, impacto del clima y, en áreas petroleras, convivencia desfavorable con la industria energética.
La consecuencia es lineal: productores que migran, campos que quedan vacíos y una estructura productiva que se achica.
Fauna que avanza: pumas, zorros, jabalíes y guanacos fuera de control
Con la retirada del hombre, la naturaleza avanza. Y lo hace de manera descontrolada. El titular de la Rural advirtió que la proliferación de fauna silvestre ya se convirtió en un problema económico grave para los pocos productores que siguen en pie.
“La depredación -que históricamente representaba entre 5% y 7% de la hacienda ovina- hoy supera el 17% y en algunos campos llega al 22% anual”, detalló.
Entre las especies mencionadas:
- Puma: en fuerte expansión territorial.
- Zorro: crecimiento sostenido en toda la provincia.
- Jabalí: ya visible en cordillera y precordillera.
- Guanaco: explosión poblacional “exponencial”.
La necesidad de censos urgentes
Ante este escenario, el dirigente reclamó datos científicos, censos actualizados y un plan de manejo integral para toda la Patagonia. “Hay que hacer mesas técnicas y copiar los modelos de control que usan Australia, Estados Unidos o Canadá”, planteó.
Aunque el diagnóstico es crítico, Fajardo aseguró que el potencial sigue existiendo.
El reciente aumento del precio internacional de la lana y el tipo de cambio actual aportaron algo de oxígeno, pero no alcanzan para revertir años de retracción.
“Con un buen dólar y políticas que acompañen, la producción agropecuaria es rentable”, remarcó.
La crisis no es exclusiva de la provincia: toda la Patagonia enfrenta la misma tendencia. Despoblamiento, fauna silvestre en expansión, pérdida de stock ganadero y una economía rural al borde de su mínima expresión.
“El 2026 va a ser un año de apuesta. Necesitamos cambios rápidos”, concluyó.

