lunes, 17 de noviembre de 2025

La Municipalidad de Rawson arrastra una crisis económica estructural provocada, en gran medida, la gran estructura de funcionarios designados por el intendente Damián Biss, que duplica los registros históricos, a los que se le suman gastos descontrolados, estructuras inútiles, endeudamiento a proveedores y un Estado local que solo logra sostenerse en base al fuerte incremento de los impuestos que abonan los vecinos.

Mientras la ciudad no registra avances significativos en obras, servicios o infraestructura, el municipio destina recursos millonarios a mantener un aparato político cada vez más grande e ineficiente, profundizando un modelo que se volvió insostenible.

Según el presupuesto municipal 2026, Rawson tendrá el año que viene 81 funcionarios políticos, catorce más que cuando Biss inició su primera gestión y más del doble que la mayoría de los intendentes que lo antecedieron. Mantener a este esquema costará $3.600 millones el año que viene, casi $10 millones por día, sin contar los $73 millones en viáticos y los $209 millones de caja chica previstos para la “alta dirección” municipal.

DE PLANAS A ARTERO: 40–47 FUNCIONARIOS. LUEGO LLEGÓ BISS: 81

La comparación histórica es contundente. Entre 2004 y 2019, con tres intendentes distintos (Planas, López y Artero), la cantidad de “autoridades superiores” osciló entre 30 y 49. Incluso en los años de mayor expansión estatal, Artero nunca superó los 47 cargos.
Con la llegada de Biss en 2020, ese número saltó a 67 y desde entonces creció cada año: 68 en 2021, 69 en 2022, 71 en 2023, 79 en 2024 y 81 en 2025 y 2026. Un salto sin precedentes

Fuente: Presupuesto Municipal

El crecimiento de la planta política responde a la creación de organismos que, en muchos casos, no demostraron resultados visibles:

  • Ente Mixto de Turismo
  • Agencia de Desarrollo Económico (ADER)
  • Agencia de Empleo Local

Estos entes, sumados al aumento de secretarías, subsecretarías, direcciones,  coordinaciones y personal de Gabinete, incrementaron de manera considerable el gasto político en más de $1.500 millones al año. Recursos que podrían haberse destinado a obras o a equipamiento necesario para la estructura municipal.

TARIFAZOS Y UNA CIUDAD QUE NO VE MEJORAS

Este portal de noticias publicó hace dos semana que los impuestos se iban a incrementar en más del 80%. El intendente, sus funcionarios y los concejales intentaron desmentir, argumentando que no superaría el 30%. Hoy, con las nuevas facturas impresas, los vecinos comprueban que las tasas municipales subieron muy por encima del 100%.

Sin embargo, Rawson no muestra un solo indicador que justifique semejante esfuerzo de los contribuyentes:

  • No hay obra pública relevante.
  • No se renovó el parque automotor.
  • Los servicios continúan en crisis.
  • El municipio sigue debiendo millones a proveedores.
  • Las áreas sensibles funcionan al límite o directamente no funcionan.

La ecuación es simple: los vecinos pagan cada vez más, pero reciben cada vez menos.

BISS LE PAGA A LOS FUNCIONARIOS “AD HONOREM”

Fermín Millanado, Ariel Caballero y Horacio Herón, designados por resolución, cobran “Módulos de Reconocimiento Funcional”

En los últimos años escuchamos hablar de funcionarios que cumplen tareas “AD HONOREM”, esto sucede por legislación de vieja data que impide, a los mismos, cobrar dos sueldos del Estado incluidas, por supuesto, las jubilaciones y exceptuando de tales restricciones a docentes o profesionales de la salud.

Por eso vemos funcionarios que aparecen como verdaderos sacrificados en la función pública destacando su condición de prestadores de servicios SIN SUELDO, por la simple razón de que si percibieran sueldo en su nueva función deberían renunciar a la jubilación u otro cargo de mayor remuneración en el que revisten.

El Municipio de Rawson, en forma razonable, invocando una antigua Ordenanza, asigna módulos de Reconocimiento a Funcional a personas que desempeñan funciones Ad Honorem. Los jubilados o los que perciben algún tipo de remuneración estatal, pueden mantener sus ingresos y sumarle la “remuneración” municipal,  evitando la prohibición legal. De esta manera, el personal técnico, experimentado o capacitado que la gestión considere y requiera para su funcionamiento, será debidamente reconocido económicamente.

 

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