El tratado se formalizaría pocos días después, el 5 de julio de 1866. Según Levaggi tenía características distintas al celebrado con Frances, Antonio y Chiquichan, “por los mayores beneficios acordados a los tehuelches -de Casimiro y sus capitanejos-, sin duda, por el alto valor estratégico de las tierras que ocupaban”. 424 Pero, si bien lo acordado con Casimiro luce mejor a primera vista, analizando las cifras con detenimiento y ponderándolas por la cantidad de caciques e indiada que recibía los beneficios, se puede concluir que, en lo que hace a raciones alimentarias, vestuarios y ganado, el Tratado Chegüelcho representaba para el Gobierno una erogación mayor que la del de Casimiro. La diferencia más notoria entre ambos acuerdos se puede percibir en la cantidad de beneficiarios comprendidos y los montos de dinero que respectivamente se les otorgaba. Por el artículo 12 el tratado con Casimiro se establecía que, a partir del primer día de 1867, el Gobierno argentino le asignaría al cacique un sueldo de mil pesos por mes como “Jefe encargado por el Gobierno para guardar las costas y el Territorio Patagónico al Sud”. A continuación, también se fijaban sueldos para los cuatro lugartenientes que lo secundaban: Criman, Guimosque, Yanson y Sam Slick; pero estos no recibirían raciones y se les entregaría vestuario de “capitanejo”, de donde se desprende que Casimiro era el único al que se le reconocía rango de cacique principal. El monto total en concepto de “sueldo” acordado a todos ellos alcanzaba la cifra de 31.200 pesos al año. Mientras que en el caso del Tratado Chegüelcho, si bien no se les asignaba sueldos en dinero a los caciques salvo el caso puntual de Chagallo- el número de beneficiarios involucrados que recibían ganado, raciones y vestuarios era mayor: tres caciques principales (Frances, Antonio y Chiquichan), a los que se agregaban Santa Cruz y Vicente Yaques. En cuanto al suministro de vestuarios para los indios de pelea, mientras que en el tratado de Casimiro se reducía a 50 conjuntos (integrados por un chiripá, un par de botas, dos calzoncillos y dos camisas) por semestre; en el Tratado Chegüelcho, si bien el número de indios se hallaba indeterminado, de acuerdo con el número de raciones enviadas en noviembre de 1867, ascendería por lo menos a 100 conjuntos, e incluía algunas prendas no previstas en el convenio de Casimiro, como sombrero, poncho y pañuelo.
El tratado firmado en 1866 afirmaba que Casimiro y sus caciques poblaban las tierras patagónicas desde el río Chubut hasta el Estrecho de Magallanes, que dicho territorio era argentino y que reconocían como autoridad al Gobierno argentino, declarándose sus súbditos y obedientes de las autoridades establecidas en Carmen de Patagones, lo que implicaba el desconocimiento a las autoridades de Punta Arenas.
Es interesante remarcar aquí que el Gobierno introdujo una importante diferencia conceptual desde el punto de vista del Derecho. Mientras que en el tratado arreglado con Frances en 1865, se reconocía a dicho cacique como dueño de las tierras que bordeaban al río Chubut, las que el Gobierno le compraba por medio del tratado para que se pueda instalar la Colonia Galesa, en el acuerdo firmado con Casimiro en 1866 las tierras son consideradas como pertenecientes al Estado argentino; por lo tanto, al no tratarse de una compra sino de un reconocimiento de la soberanía argentina por parte del cacique, el Gobierno no le efectuaba un pago sino que le prometía enviar un “regalo compuesto de artículos para vestuarios y de consumo, al mismo tiempo que le entregará en esta Capital las armas y municiones que el espresado Cacique ha pedido”.
Por su parte, Casimiro se comprometía a establecer un pueblo o colonia en el lugar denominado Puerto San Gregorio, sobre la margen norte del Estrecho de Magallanes. La colonia se denominaría “La Argentina” y estaría bajo el mando de un comandante político militar. El 25 de agosto de 1866 se designó a Doroteo Mendoza como “encargado del Gobierno Nacional para la ejecución del Tratado y escribiente secretario del cacique Dn Casimiro Viguá”. Mendoza, nacido en Montevideo, había sido dependiente del establecimiento comercial que el Sr. Lanús había tenido en la Isla Pavón, el que en 1866 pertenecía al Capitán Luis Piedra Buena. El oriental había vivido en las tolderías y poseía buenas relaciones con los tehuelches, por lo que Casimiro confiaba en él y lo había propuesto como su segundo; hecho que Cornell, de alguna manera, avalaba. Mendoza recibió una serie de instrucciones, entre las que se le indicaba que debería actuar de acuerdo con el capitán Piedra Buena. En diciembre de 1866 Casimiro se dirigió junto con Mendoza a San Gregorio, donde, durante lo que restaba de ese año y todo el siguiente, esperarían infructuosamente el arribo del buque con los suministros necesarios para instalar la colonia.
Aunque el acuerdo con Casimiro no se refería en forma directa a la Colonia Galesa, el 20 de julio de 1866 Rawson le informaba a Ford que dos semanas antes el Gobierno había arreglado un nuevo tratado para proteger a la Colonia. 430 De esta forma, el Gobierno lo sumaba a sus acuerdos con los principales líderes de la Patagonia central (Frances, Antonio y Chiquichan) y septentrional (Chagallo, Chingoleo sucedido por Linares), a los que poco después se agregaría el de Quiñifero, con lo que de alguna forma se completaba un anillo protector para la Colonia del Chubut. Por otra parte, si bien la territorialidad de Casimiro se concentraba entre el Estrecho de Magallanes y el río Santa Cruz, la gravitación de su figura se extendería en poco tiempo más sobre toda la región.
fragmentos del libro “Chupat-Camwy Patagonia”, de Marcelo Gavirati

