A lo largo de los seis años de gestión del intendente Damián Biss, el Municipio de Rawson recaudó $12.848.155.313, 80 de fondos extraordinarios provenientes de ventas de lotes, subsidios provinciales, programas específicos y transferencias para obras y servicios. A pesar de este flujo excepcional de recursos -superior al presupuesto anual de muchas ciudades de la provincia- la capital provincial llega al final de 2025 sin obras de relevancia, con deudas millonarias, servicios colapsados y una presión fiscal récord hacia los contribuyentes.
Los números son contundentes. Actualizado a día de hoy, el municipio recibió:
- $ 5.484.089.125, 23 por ventas de lotes fiscales entre 2019 y 2023.
- $3.563.666.129, 07 del Programa Lotear
- $1.613.004.474, 42 en subsidios provinciales para “desequilibrios financieros”
- $939.777.790, 92 por el Fondo Ambiental Pesquero
- $ 540.678.739, 47 por la venta de lotes fiscales entre 2023 y 2025
- $ 320.174.802, 23 Para los guardavidas
- $ 225.789.040, 94 Urbanización de 110 lotes
- $ 48.116.796, 67 Adquisición de herramientas
- $ 34.858.290, 53 Plan Calor
- $ 33.544.384, 06 para reparación de escuelas
- $ 27.818.550, 13 para la instalación de conexiones de gas
- $ 16.637.190,13 para la organización de la Feria del Libro
Todo ese torrente de recursos jamás se tradujo en infraestructura básica, en maquinaria para la ciudad ni en una mejora visible de los servicios. Por el contrario, Rawson llega a 2025 con un municipio endeudado, sin capacidad operativa y con un creciente malestar social por el incremento de impuestos y la falta de respuestas.
Un municipio sin obra pública y sin maquinaria
Pese al volumen histórico de ingresos, no se ejecutaron obras estructurales y el municipio mantiene una flota pesada obsoleta, sin renovación real. La gestión tampoco realizó inversiones significativas que pudieran aliviar problemas crónicos: calles deterioradas, ausencia de pavimento, basurales clandestinos y barrios sin infraestructura mínima.
A un año del “plan de pavimentación más importante de la historia”
En diciembre del año pasado, el intendente Biss presentó la “Unidad de Producción de Hormigón Municipal” con la que prometió implementar “a partir de marzo el plan de pavimentación más importante que ha tenido Rawson en toda su historia”. En pocos meses –afirmaba- iba a tener cubierto la totalidad de las calles de los barrios “Roca, San Ramón, Río Chubut y el San Pablo” y en paralelo “seguiremos con el bacheo hasta que logremos nuestro objetivo de la gran pavimentación”.
A un año del auspicioso anuncio –y como ocurre con casi todas las promesas del intendente- no se asfaltó una sola cuadra en la capital provincial y solo se hicieron algunos pocos remiendos en baches.
También, como era de esperase porque es costumbre de esta gestión, la gestión Biss solo pagó una cuota de tan anunciada y promocionada compra.
Deudas con proveedores y servicios esenciales al borde del colapso
Mientras los recursos extraordinarios se diluían sin dejar rastro concreto, el municipio acumuló deudas millonarias con los proveedores, al prestador del servicio de transporte público de pasajeros y a Ashira, la empresa que alquila camiones para la recolección de residuos, por citar dos ejemplos, se les adeudan cientos de millones de pesos.
A esto se suma un hecho de enorme gravedad institucional: el Municipio dejó de realizar los aportes a la mutual AMEP desde mayo y cientos de trabajadores municipales se quedaron sin cobertura.
Otro incumplimiento grave es la falta de pago a los créditos bancarios que descuenta de los sueldos de sus empleados. Las entidades financieras comenzaron a enviar intimaciones y advertencias de ingreso al Veraz.
El pago de salarios, desde el inicio de la gestión, sigue siendo escalonado, un síntoma estructural de la falta de liquidez.
Presión fiscal récord y vecinos espantados en las cajas
Cada año de la gestión Biss vino acompañado de incrementos fuertes en los impuestos municipales. Para 2026, la suba acumulada supera el 80%, un golpe directo al bolsillo de una comunidad que no ve contraprestación.
El testimonio más repetido en ventanillas municipales es el mismo: vecinos que llegan a pagar el anual adelantado con el 30% de descuento y terminan retirándose espantados al ver los montos finales. El aumento es alto y choca con un deterioro generalizado de los servicios públicos.
PROGRAMA LOTEAR: $3.563 MILLONES, PLAZOS VENCIDOS Y OBRAS INEXISTENTES
El Programa Lotear prometía transformar en tierra urbanizada los sueños de más de mil familias que pagaron cuotas durante 3 años. Los números muestran que el municipio recibió $3.563.666.129 por este plan. Pero las obras no se hicieron, los plazos están vencidos desde marzo, y el dinero no aparece.
El Concejo Deliberante creó una Comisión de Seguimiento que presidió primero Norma Medina y luego Karina Barneche. En todo este tiempo, nunca pidieron un informe técnico, no reclamaron certificados de obra ni cuestionaron la falta total de avances y transparencia en el manejo de los recursos.
Los vecinos participantes reclamaron al Concejo en reiteradas oportunidades para que pida informes que ayudasen a esclarecer sus dudas y sospechas. Sin embargo, la Comisión de Seguimiento se conformó con las explicaciones del secretario de Infraestructura, Pablo Villalobos, quien aportó facturas poco claras, como la de la compra tubos, válvulas e hidrantes a una empresa que llamativamente se dedica a la venta de celulares, y contrataciones de servicios a valores actuales, pero sin actualizar los fondos aportados de los vecinos.
La concejal Medina explicó en su momento que no pedía informes al municipio porque decía que creía “ciegamente en Biss. Es una persona joven que no se va a perjudicar haciendo cosas que no corresponden, porque está trabajando todo el día para nuestra comunidad”. Hoy, cientos de familias están sin lotes, sin servicios, sin sus dineros y sin explicaciones.
Entre 2019 y 2025 Rawson recibió casi $13 mil millones extraordinarios, una cifra capaz de transformar una ciudad. Pero los resultados están a la vista: sin obras, sin maquinaria, con servicios deteriorados, proveedores impagos, empleados municipales endeudados por descuentos no depositados y un esquema tributario que agobia a los vecinos.
¿Dónde está el dinero de los vecinos de Rawson?


