El 04/05/1978, el Rey le otorgó el título de contador tesorero de los establecimientos que se fundarían en las costas patagónicas, y el 27/08/1778 arribó a Montevideo.
En 1778 fue enviado hacia las costas patagónicas. Una serie de inconvenientes, provocan el alejamiento de De la Piedra y luego de Francisco de Viedma.
La situación va empeorando por falta de alimentos, agua potable y ánimos decaídos. La orden de poblar San Julián no se había cumplido, e intenta dilatar el regreso, pero amenazas de motín deciden la vuelta el 01/08/1779.
Tras las protestas por el evidente fracaso, el virrey lo envía en otra expedición para fundar San Julián, por lo cual parte el 13/01/1780 con 30 soldados, 18 pobladores solteros, entre otros. En las tres naves conducían víveres para un año, herramientas y 10 acémilas.
El 21 de enero estaban por San Antonio. El 19 de febrero en la bahía Santa Elena donde efectuaron una serie de relevamientos, continuándolos en la bahía San Gregorio. El 18 de marzo levan anclas rumbo a San Julián, donde con varios aborígenes exploran la zona.
El 14 de abril zarpan hacia puerto Santa Cruz, pero cinco días después, por vientos contrarios, se encuentran en puerto Deseado. Allí levantan algunas viviendas, capilla, almacenes y siembran trigo.
Como antes en la península Valdés, aparece el escorbuto y el malestar entre los pobladores, por lo que embarcó a enfermos y disconformes rumbo a Buenos Aires.
En octubre de 1780 sale de Montevideo una nueva expedición de 3 naves con elementos, pobladores, tripulación y soldados. Los buques eran: Carmen, Nuestra Señora del Carmen y San Sebastián. A fines de diciembre de 1780 se reúnen todas las naves en San Julián.
El escorbuto avanzó matando a 15 personas en 75 días y enfermando de gravedad al propio Antonio de Viedma. El arribo de víveres frescos y las atenciones de los aborigenes con agua y carne fresca, atenuó la situación.
El Diario de viaje fue publicado en la obra de Pedro de Ángelis, con detalles de la fundación de Floridablanca
Tiempo después, organiza expediciones para reconocer la zona: una sale para el puerto Santa Cruz; la otra, encabezada por el propio Viedma, parte hacia el interior el 07/11/1782 descubriendo el lago que hoy se conoce con su apellido.
Finalmente, tras los problemas de salud propios y generales, Viedma se embarcó hacia Buenos Aires, dejando en el mando a Feliciano Iriarte.
El debate en cuanto a la grafía de su apellido -si con V o B- generado por el historiador José Juan Biedma, provocó que en su honor se bautizara a la población Antonio de Biedma de Santa Cruz.
Textos de Luis B. Colombatto

