El empresario Celso Pontet, vinculado a la metalurgia y la construcción, trazó un diagnóstico sombrío sobre la situación de la industria local. “Estamos prácticamente como está el país: bastante quietos, sin tanta inversión ni demanda. La realidad es que el trabajo se sostiene con lo justo, no sólo en nuestro rubro, sino también en la pesca y el sector lanero”, señaló en diálogo con medios regionales.
Entre los factores que afectan al entramado productivo mencionó la combinación de “un dólar barato y costos internos elevados”, que favorece la importación por sobre la exportación. En ese sentido, advirtió que el esquema cambiario actual “no es real” y debería ubicarse “un 30 o 35% más caro” para equiparar los costos de producción en Argentina.
La falta de dinamismo también repercute en la actividad cotidiana de las empresas. Pontet explicó que su firma mantiene la planta de personal, pero con una reducción de horas y sin incentivos a la productividad: “Estamos trabajando ocho horas sin sábados, cuando antes eran nueve horas y media con cuatro sábados al mes. No despedimos gente, pero tampoco hay extras ni premios”.
Otro punto crítico es la ola importadora. Según el empresario, la apertura indiscriminada genera una competencia desigual: “Siempre proveímos estructuras metálicas a Tierra del Fuego y hoy ellos importan desde China y sólo nos piden el montaje. Incluso nosotros mismos importamos chapa china con un costo 30% menor al producto nacional, aún con aranceles incluidos”.
La subzona franca de Trelew es un paso importante
Respecto a la reciente firma de la subzona franca en Trelew, Pontet reconoció que representa “un paso importante” pero pidió cautela: “No es tan rápido, lleva infraestructura, cercado, servicios, y va a tardar entre dos y tres años en ponerse en marcha. Además, en una provincia con bajo consumo interno, habrá que ver qué tipo de industrias pueden radicarse y a qué mercados abastecerán”.
Finalmente, el empresario lamentó la pérdida de políticas de promoción industrial que el Estado Nacional quitó y que en el pasado sostuvieron a Trelew como polo productivo. “Se terminó la promoción industrial y no hubo apoyo político para mantenerla. Con muy poco se hubieran preservado empleos que hoy se transforman en subsidios. En otros lugares, como Tierra del Fuego, se sostiene un régimen mucho más costoso para el Estado. Aquí la industria se fue achicando y quedó muy poco de lo que supo ser”, concluyó.