El economista César Herrera, integrante del Observatorio de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, analizó los últimos datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y advirtió que la inflación en la Patagonia volvió a acelerarse en septiembre llegando al 2,4%, impulsada por los aumentos en vivienda, servicios y transporte.
“Perforamos el techo del dos por ciento mensual y nos ubicamos en 2,1% a nivel nacional; en la Patagonia fue 2,4%. El alza está explicada por los estacionales y regulados, y en la región particularmente por el transporte y los servicios de vivienda”, explicó.
VIVIENDA Y SERVICIOS, LOS RUBROS MÁS AFECTADOS
Según los datos del INDEC, los gastos en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles subieron 3,1% en septiembre, lo mismo que educación, mientras que el transporte trepó 3%.
En lo que va del año, la Patagonia acumula un incremento del 41% en vivienda y servicios del hogar, frente al 28,8% nacional.
“En alimentos estamos un poquito por debajo de la media nacional, pero lo que se nos fue de las manos es vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, remarcó Herrera.
EDUCACIÓN, EL OTRO FOCO DE AUMENTOS
La diferencia más notable se da en educación. Mientras que el aumento promedio nacional es de 46%, en la Patagonia llega a 74% en lo que va del año. Comparado interanualmente (septiembre 2024–septiembre 2025), el incremento en la región alcanza el 92,5%, treinta puntos por encima del promedio país.
“Podemos pagar más por el mismo servicio. En la Patagonia hay un poder adquisitivo superior, pero se dan paradojas: los colegios cobran mucho más, y los docentes privados siguen ganando sueldos por debajo de la línea de pobreza”.
El economista explicó que las diferencias entre el norte y el sur del país son históricas.
En un trabajo comparativo realizado en 2019, el Observatorio detectó que la educación privada en Comodoro Rivadavia costaba hasta 100% más que en Tucumán, 80% más que en Córdoba y 60% más que en Rosario.
“Esa brecha sigue existiendo. Los colegios ofrecen más servicios, pero los salarios docentes no acompañan”, señaló Herrera.
CANASTA FAMILIAR EN COMODORO RIVADAVIA
El observatorio de la UNPSJB registró en Comodoro Rivadavia una suba del 1,8% en septiembre, con una canasta de alimentos cercana a los $700.000 y una canasta total en torno a $1.530.000.
Herrera adelantó que se están ajustando metodologías para incorporar mediciones locales con organizaciones sociales, inquilinos y comercios de proximidad, además de un nuevo indicador para seguir la evolución de los salarios públicos en la región.
El economista concluyó que la Patagonia muestra un patrón inflacionario distinto al del resto del país, donde los aumentos más fuertes no se concentran en alimentos, sino en servicios esenciales y educación, rubros sensibles que afectan el poder adquisitivo de la clase media. “La diferencia no está en los alimentos: está en el costo de sostener una casa y en mandar a los hijos a la escuela”, sintetizó Herrera.