viernes, 11 de octubre de 2024

Colonia pastoril Escalante

El Gobierno nacional en ese momento auspiciaba todo aporte inmigratorio, es así que llegaron a Chubut los primeros colonos boers, provenientes de Sudáfrica. Al igual que los galeses, arribaron unas ciento cincuenta almas y también huyendo de la opresión inglesa. Habían perdido la guerra contra los británicos y decidieron emigrar. Argentina se enteró de su interés por abandonar la patria y les facilitó el camino para que vinieran a radicarse a Chubut. El 4 de junio de 1902, ocuparon la Colonia Pastoril Escalante muy próxima a Comodoro Rivadavia. Se dedicaron a la cría de ganado y la agricultura. Al poco tiempo había en la zona unos cinco mil lanares traídos por ellos desde el Valle del Río Chubut, como también vacunos y equinos.

En 1905 llegaron otras doscientas familias boers desde Sudáfrica. Por lo tanto, las poblaciones de Colonia Escalante, como la de Comodoro Rivadavia sobre todo, iban creciendo a un ritmo acelerado.

Los aborígenes y sus quillangos, una verdadera obra de arte

Para 1904, todavía seguían viajando desde la cordillera, grupos pequeños de nativos, que como era su costumbre, en época invernal se acercaban a la costa. Se instalaban sobre todo en Rada Tilly. Vestían de diversas formas, pero los hombres por lo general usaban chiripá y botas de potro. Sobre los hombros todavía algunos usaban quillango.

Si bien la situación para los aborígenes había cambiado luego de la incursión del ejército, los boers al igual que los galeses también los trataban con mucha consideración.

Cuentan las crónicas de la época que los nativos continuaban manteniendo sus viejas costumbres de hacer quillangos, matras, boleadoras, aperos. etc. En cuanto a los primeros, tenían cierta variedad de confección, según el animal que cazaran. Porque además del tradicional quillango confeccionado con piel de guanaco, solían hacerlo con pieles de zorrinos. Tenían en cuenta la hermosa curvatura blanca de su cabeza y lomo, que unían con especial cuidado y para lo cual debían cazar entre 800 a 1000 zorrinos, y debía ser en época invernal para que su piel estuviera en óptimas condiciones de conservación. Estos dos tipos de quillangos, eran verdaderamente una obra de arte, por su belleza y suavidad. También continuaban pintando el lado del revés del cuero con pinturas autóctonas, extraídas de los molles, calafates, arcilla, etc. Hacían una especie de cubrepié confeccionado con cueritos de pichones de avestruz recién nacidos, o nonatos. Los caracterizaba una enorme paciencia para unir esas pequeñas piezas con los mismos tendones del animalito.

Los nativos por lo general le regalaban una de estas prendas, a personas muy queridas o muy especiales, a quienes les deseaban demostrar su afecto.

Las restantes, las seguían cambiando, como siempre, por precios muy bajos, como por un puñado de comestibles, o algún poncho, etc.

Un niño nativo y otro gales en armoniosa convivencia (Anónimo, 1910. Colección Stella Maris Dodd)

 

Trelew, llegan 200 efectivos del ejército, españoles, italianos y el barco “Orita” con el último contingente galés

Para 1910, año del Centenario de la Revolución de Mayo, ya habían llegado a Trelew unos 200 efectivos del Ejército, un importante número de inmigrantes españoles e italianos, que dejaron su impronta en todo el territorio de Chubut. También habían llegado árabes y libaneses. Cada colectividad trajo sus costumbres que se fueron mezclando con las del lugar.

Para la década de 1920-1930, varias localidades ya tenían sus autoridades municipales y otras iban ganando su derecho a tener una Comisión de Fomento Municipal. Nacieron más pueblos. Se extendieron las comunicaciones. Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia ya tenían su puerto. La extracción de petróleo aumentaba, enriqueciendo a la población.

Gwilym Iwan y Gregorio Nahuelquir (Anónimo 1910, colección Museo Histórico de Gaiman)

Un avión surcaba los cielos patagónicos, llevando el correo. El tren había extendido sus ramales por el valle inferior del río Chubut, ya llegaba hasta Dolavon y seguiría hacia Las Plumas. A Comodoro Rivadavia lo unía otra línea férrea con Sarmiento.

Estos inmigrantes se expandieron tanto por el Valle Inferior del río Chubut, como por la zona de Comodoro Rivadavia y por la Cordillera Andina.

En 1911 llegó el barco “Orita”, con el último contingente de familias galesas.

Fragmento del libro “Tehuelches y Galeses”

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