La temporada invernal en la Comarca Andina del paralelo 42 no comenzó como se esperaba. Esquel, Trevelin y otras localidades del oeste chubutense enfrentan una importante merma en las reservas turísticas, un fenómeno que no es aislado: afecta también a centros emblemáticos como El Bolsón y Bariloche. Así lo expresó Claudio Selva, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Turismo del Oeste del Chubut, quien detalló los múltiples factores que confluyen en esta preocupante situación.
“Estamos con niveles de reserva bajísimos, entre el 15 y el 20 por ciento”, reconoció Selva. Aseguró que no se trata solo de la escasez de nieve, aunque ésta actúa como un agravante: “La falta de nieve no es el único factor, ni siquiera el principal. Hay una recesión económica muy fuerte, un dólar que hoy favorece al turismo internacional y una caída generalizada de la actividad turística en la región”.
Una crisis compartida
Selva remarcó que el problema afecta a toda la región cordillerana, sin distinción de jurisdicciones: “Está complicado el Bolsón, Bariloche mismo, que son referentes. El turismo en la Patagonia es regional: si le va mal a uno, le va mal a todos”. En ese sentido, destacó el trabajo conjunto con otras cámaras de turismo y gobiernos locales para hacer frente a la coyuntura, incluyendo gestiones vinculadas a rutas, conectividad y tarifas.
Uno de los datos más elocuentes es que ni siquiera el turismo provincial, tradicional sostén de la temporada baja, está respondiendo. “Antes venía mucha gente de Comodoro Rivadavia, de Madryn. Hoy, el costo del combustible hace inviable un viaje en auto para un par de días. Ya no le dan los números”, explicó el empresario.
Entre la incertidumbre y la oportunidad
Pese al escenario adverso, desde la Cámara de Comercio insisten en la necesidad de reaccionar con celeridad. “No es la primera crisis que atravesamos. Hemos pasado incendios, el hantavirus, temporadas sin nieve. Tenemos que salir a amortiguar el impacto. Si no, la otra opción es cerrar, y esa no es una alternativa para nosotros”, planteó Selva.
La estrategia, en lo inmediato, apunta a buscar alternativas que estimulen la llegada de turistas. Se habla de posibles combos entre el sector gastronómico y hotelero, beneficios para residentes de Chubut y propuestas que excedan la actividad de esquí, muchas veces prohibitiva por su alto costo. “No todo es esquiar. El producto nieve también incluye actividades accesibles, paseos familiares, paisajismo, y tenemos lugares únicos para eso: La Hoya, el centro de nieve en Trevelin, la Laguna La Zeta congelada con el Cerro 21 de fondo”.
Replanteos a mediano plazo
Selva también reconoció que este difícil momento puede ser útil para repensar cuestiones estructurales del modelo turístico cordillerano. “Tal vez sea una oportunidad para ordenar tarifas, revisar servicios, recuperar público. Año a año fuimos perdiendo visitantes de la costa chubutense, y ahora estamos enfocados en ver cómo recuperarlos”.
Mientras tanto, el sector privado mantiene la expectativa de poder atenuar las pérdidas. “No vamos a revertir la temporada, pero sí podemos disminuir el impacto. El privado tiene esa capacidad de reinventarse rápido. Estamos acostumbrados a hacerlo”, concluyó.
Nota elaborada en base a declaraciones al programa Redacción 20 de LU20