Nacido en Roma, en agosto de 1864, a los tres meses de haber llegado a América ya estaba explorando la Patagonia. En Punta Arenas se encontró con Monsieur Poivre, al que tomó como baquiano. Entonces comenzó a buscar fósiles, y se inició en el aprendizaje de las lenguas araucana y tehuelche, antes que al idioma español. Un año después, ya estaba trabajando en el Museo de La Plata, con Francisco P. Moreno.
Con posterioridad, remontó a caballo el río Santa Cruz hasta el lago Argentino, y regresó con una buena colección de cráneos indígenas. Tiempo después, se involucró en las cuestiones limítrofes, mediante el estudio de las tierras del Chubut, colaborando con el árbitro inglés, Coronel Holdich.
Bautizado afectuosamente por los araucanos como Meliñé (cuatro ojos), por el hecho de usar lentes, prefería la vida errante y aventurera, gracias a la cual pudo recorrer la Patagonia por decisión de Moreno, desde 1884 hasta 1904, año en que se lo designó Director del Jardín Zoológico de Buenos Aires. El mismo año, participó en la redacción del decreto de creación del Parque Nacional del Sud, posteriormente, Parque Nacional Nahuel Huapi. Fruto de sus dilatados viajes por la Patagonia -preñados de paisajes y personajes- es el libro Trepando los Andes, publicado en 1904, con diversidad de fotografías, obtenidas por su autor y por integrantes de las distintas comisiones que se encargaban de efectuar los relevamientos en las zonas limítrofes. Falleció en la tarde del 20/10/1924, mientras viajaba en un automóvil de alquiler.
Una localidad rionegrina y un glaciar santacruceño llevan su nombre.